CRECE EL NÚMERO DE MEXICANOS RICOS QUE USAN EL ARTE PARA LAVAR DINERO: UIF

“Muchos mexicanos con muy alto poder adquisitivo, sin dedicarse a la compraventa de arte, lo hacen sigilosamente”, afirma Pablo Gómez.

El lavado de dinero en los mercados de arte es un fenómeno mundial pero mucho más fuerte en los mercados grandes como Europa y los Estados Unidos y cada vez son más los mexicanos que participan en esta práctica.

Así lo manifestó el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) Pablo Gómez Álvarez, entrevistado luego de participar en la inauguración de la Conferencia regional sobre “El uso de la Lucha contra el lavado de Activos y la Financiación de Terrorismo (ALA/CTF) en la Investigación de la Criminalidad del Arte y las Antigüedades” en el Museo Nacional de Antropología (MNA).

“Los ricos, pues ni modo que los pobres no? básicamente gente muy rica…¿coleccionistas?…no necesariamente por eso es el problema porque ¿dónde está la colección? nunca llegan a México esas obras no, no la obra no procede la obra está en Europa y en Estados Unidos el dinero es el que procede México”, aseguró el titular de la UIF.

En ese sentido dijo que muchos mexicanos con muy alto poder adquisitivo sin dedicarse a la compraventa de arte lo hacen “sigilosamente” para no llamar la atención y si bien comprar obras de arte no constituye un delito el lavar dinero con esta transacción sí lo es.

“Entonces vamos nosotros haciendo el seguimiento con el propósito de checar si efectivamente el dinero se procesa ilícito que es ese el elemento ¿no? comprar obras de arte no hay ningún delito el delito viene de utilizar dinero de procedencia ilícita para lavarlo en el mercado el arte”, aclaró Gómez Álvarez.

Durante su participación en el foro, dijo que cuando el gobierno de México plantea una reconsideración a las potencias colonialistas sobre los hechos históricos vinculados con las conquistas y las colonias, no estamos buscando un revanchismo ni queremos insultar absolutamente a nadie, aclaró Gómez Álvarez

El funcionario federal, explicó que la posesión ilícita de obras de arte antiguas como producto del despojo, hace de este acto una presunción de delito.

En ese sentido destacó que en muchas subastas, se coloca mercancía, con la gran ventaja de que no tiene que ser público, por lo que debe ser considerado, como un probable delito con recursos de procedencia ilícita, y eso dijo, es la única manera de enfrentar este fenómeno.