Unas 1.5 millones de personas solicitaron ayuda por desempleo en Estados Unidos la semana pasada, un dato menor al de las semanas previas, pero indicio de que muchos siguen perdiendo sus trabajos a pesar de la paulatina reapertura de negocios, según cifras del Departamento del Trabajo.
Las solicitudes de subsidio por desempleo marcan así su décima semana consecutiva desde que alcanzaron su pico a mediados de marzo. Aun así, el ritmo de los despidos sigue siendo históricamente alto.