¿Y SI PIERDE MORENA EN EL 2024?

Por Luis Pinal Da Silva

En las últimas semanas, los aspirantes a la candidatura presidencial de Morena que van en tercero y cuarto lugar, es decir Adán Augusto López Hernández y Ricardo Monreal Ávila, han insistido en que se debe mantener la unidad al interior de su partido.

Hay que atender al hecho de que el 5 de junio pasado, fecha en que el presidente Andrés Manuel López Obrador dio el banderazo de salida y fijó reglas para que sus incondicionales iniciaran formalmente la carrera en aras de obtener la candidatura para el 2024, no había un rival fuerte de la oposición. Ahora las circunstancias cambiaron, el panorama es otro.

Hace dos meses ni la misma oposición veía entre sus filas a un perfil lo suficientemente fuerte, carismático, popular y que pudiera entusiasmar a grado tal que fuera una competencia real para Morena en 2024.

Sin embargo, Xóchitl Gálvez Ruiz ha logrado en un mes ganar la simpatía de la gente y aunque los panistas y priistas de cepa no le darán su apoyo y prefieren apoyar a perfiles como Santiago Creel y Beatriz Paredes, lo cierto es que la hidalguense es la que más firmas de apoyo ha obtenido como parte del proceso de selección del Frente Amplio por México.

De esta manera, Gálvez Ruiz, de lograr la candidatura del Frente, se convertiría en una rival real ante Morena. Pero si gana, ¿qué pasa con los acuerdos morenistas?

El 5 de junio además de un banderazo de salida hubo reparto de posiciones, el acuerdo entre los aspirantes de Morena fue que quien quede en segundo lugar del proceso interno coordinará a la bancada en el Senado de la República y quien quede en tercero coordinará a los diputados federales, mientras que el cuarto lugar tendría un lugar en el Gabinete.

Es decir, todos saldrían ganando y la unidad al interior del partido se mantendría, pero ¿qué pasa si Morena pierde la elección de 2024?

Si Morena pierde la elección, además de que habrá protestas y acusaciones de fraude, el partido podría fracturarse, porque los únicos que tendrían un cargo seguro, en caso de respetarse los acuerdos, serían el segundo y tercer lugar, que se irían a coordinar las respectivas bancadas en el Congreso. Mientras que el primero y el cuarto lugar se quedarían sin nada.

Por ello, Morena tiene ante sí un nuevo reto, mantener la unidad, evitar fracturas en el proceso interno porque de lo contrario corren el riesgo de perder la elección y de quedarse sin cargos públicos.

Y es que, si Xóchitl gana, de nada servirá ser candidato presidencial y para el futuro político más convendría quedar en segundo o tercer lugar.