El senador hizo un llamado a apostar por la multipolaridad y fortalecer las relaciones con la Unión Europea
En la Conferencia Europea de Presidentes de Parlamentos, el presidente del Senado de la República, Gerardo Fernández Noroña, destacó la lucha de México por su independencia y soberanía, e hizo un llamado para apostar por la multipolaridad en las relaciones entre naciones.
Subrayó que nuestro país mantiene la comunicación, el diálogo y la coordinación con el gobierno de Estados Unidos, pero, en ninguna circunstancia, México establece relaciones de subordinación con ningún país, por poderoso que sea.
Participó en el debate “Salvaguardar la democracia” de la Conferencia Europea de Presidentes de Parlamentos, que se lleva a cabo en Estrasburgo, Francia. Ahí, destacó que, por primera vez en 200 años de república federal, una mujer, Claudia Sheinbaum Pardo, ganó la presidencia en México, con casi el 60 por ciento de los votos.
Además subrayó que esté próximo 1 de junio, por primera vez en la historia de los pueblos del mundo se elegirá por el voto universal, secreto y directo a las personas que integran el Poder Judicial de la Federación.
También manifestó su preocupación de que en pleno Siglo XXI persista el racismo, que continué la creencia de que alguien es superior por su color de piel, lo que es más grave cuando estas ideas se transforman en políticas públicas como en el tema de la migración, pues se imponen criterios racistas y clasistas que no solo atentan contra los derechos humanos fundamentales, sino que ponen en riesgo la colaboración entre diversos países.
Hizo un llamado para que, así como se condena la intervención militar de Rusia en Ucrania, así con la misma fuerza se tiene que condenar la intervención del Estado de Israel en Palestina, la intervención de Estados Unidos y de la Unión Europea en Afganistán o en Irak.
Convocó a encontrar la manera de que los diferentes pueblos y países se comuniquen con respeto, para lograr que el centro de nuestro desarrollo económico sea el ser humano, para construir, como decía Rosa Luxemburgo: por una sociedad donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y completamente libres.