UNA “PEQUEÑA” OMISIÓN

Por Helga Kauffman

La Reforma Electoral de 2014, modificó el calendario de elección y la toma de posesión del Presidente de la República y del Congreso, para la del año 2024, pasaron tres legislaturas y la realidad nos alcanzó.

A los actores políticos les quedó claro que el sexenio de Andrés Manuel López Obrador termina el 30 de septiembre de 2024, porque quien gane la elección presidencial en junio, asumiré el cargo el primero de octubre.

Pero la reforma, señala que cuando haya toma de posesión del nuevo Jefe del Ejecutivo, el primer periodo de sesiones del Congreso de la Unión comenzará el 1 de agosto, en lugar del primero de septiembre. El hecho es que en los artículos transitorios no se estableció la conclusión anticipada de los senadores electos en 2018 y de los diputados que protestaron en 2021.

Sin embargo, desde 2014 a la fecha no se corrigió la Ley Orgánica del Congreso de la Unión es hasta ahora, cuando se percatan que no hay un acuerdo para que la 65 legislatura concluya su mandato el 31 de julio y la 66 legislatura inicie sus actividades el 1 de agosto. La corrección se dificultará, ya que el plazo constitucional para cambiar los transitorios venció.

Son los propios legisladores, quienes tienen la responsabilidad de hacer la reforma constitucional para que los diputados y senadores de la 66 legislatura inicien sus labores el primer día de septiembre y la actual legislatura concluya el 31 de agosto de 2024.

Si los legisladores de todas las fracciones del Congreso de la Unión no reconocen el error, para 2024 en México habrá diputados y senadores por duplicado.

El diputado priista Rubén Moreira ya presentó una propuesta de Reforma que sigue en espera de dictamen. Difícilmente llegarán a acuerdos.