El drama migrante llega a la alcaldía Gustavo A. Madero

Procedentes de Centroamérica, Sudamérica, el Caribe y hasta de África subsahariana, cientos de migrantes pernoctan cada noche en caseríos improvisados.

Casas de campaña cubiertas de bolsas de plástico negro, camas hechas de cartón, ropa colgada en tendederos, anafres prendidos y baños sin higiene alguna, así es como viven decenas de familias en los alrededores de la Central de Autobuses del Norte, sobre la Avenida Hospital Benito Juárez, en la colonia Magdalena de las Salinas, alcaldía Gustavo A. Madero.

Procedentes de Centroamérica, Sudamérica, el Caribe y hasta de África subsahariana, cientos de migrantes pernoctan cada noche en caseríos improvisados, en espera de poder continuar su camino hacia Estados Unidos sin restricciones, o, en su defecto, poder asentarse en México.

Vecinos de los alrededores denuncian que las calles aledañas a los asentamientos se encuentran sucias con excrementos humanos, pues los nuevos huéspedes optan por hacer sus necesidades fisiológicas en la vía pública. Del otro lado de la moneda, es posible ver pequeños negocios propiedad de extranjeros, como barberías, en las que, por unos pocos pesos, se puede conseguir un corte de cabello.

Los campamentos se han extendido a la adyacente avenida Eje Central Lázaro Cárdenas, en los pequeños espacios entre el arroyo vehicular y las vías de la Línea 5 del Metro. La situación también se puede ver muy cerca de allí, en los jardines de Insurgentes Norte y Poniente 112.

Con el poco español que saben, migrantes juntan algunos pesos, negocian una tarifa con los taxistas de base y salen con rumbo desconocido a otras partes de la ciudad.

Esta escena se repite con algunas variantes en distintos puntos de la capital, como en la plaza Giordano Bruno de la Zona Rosa de la alcaldía Cuauhtémoc, o a las afueras del Hospital del ISSTE, en Tláhuac.

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