Apenas nueve minutos le pudo aguantar el Real Madrid a un demoledor Paris Saint-Germain que quedó a las puertas de completar una temporada de ensueño con el trofeo del Mundial de Clubes.
En la segunda semifinal todo quedó resuelto en el primer tercio del encuentro, con un festival de errores de la zaga del Madrid.
Bajo el abrasador calor en el estadio MetLife de Nueva Jersey, la presión alta, sagacidad y pegada de la máquina engrasada del equipo Luis Enrique hizo añicos al Madrid.
Contento por los dos goles y contra un gran equipo en unas semifinales del Mundial. Intento siempre hacer lo mejor posible y lo que me pide Luis Enrique. Soy un afortunado de jugar en el PSG y buscaremos llevarnos el título”.
Fue un recital absoluto ante un Madrid que no tuvo respuestas y cuyo arquero Thibaut Courtois tapó muchas más pelotas de gol.
Pero el Madrid sufrió más en el fondo al reacomodar líneas por las ausencias de dos jugadores que fichó a inicios del verano boreal: el central Dean Huijsen purgó una suspensión y el lateral derecho Trent Alexander-Arnold fue baja de último momento por molestias musculares. Xavi Alonso renunció al bloque de tres defensores que había empleado en los últimos partidos.
El partido comenzó con una demora de 10 minutos debido a que los dos equipos se retrasaron por el pesado tráfico en el traslado al MetLife. Una vez en la cancha, el PSG no malgastó el tiempo para capitalizar los fallos defensivos de su oponente.
Dentro del área, en el sexto minuto, Asensio perdió la pelota ante el asedio de Dembélé. Uno de los tantos candidatos que el PSG tiene para el Balón de Oro, el atacante intentó regatear a Courtois y el portero belga lo atropelló. No fue necesario que el árbitro Szymon Marciniak pitara el penal, ya que Ruiz aprovechó el balón suelto y remata de zurda a puerta vacía.
La pesadilla madridista prosiguió tres minutos después cuando Rudiger despejó al aire y dejó a Dembélé enfilado hacia el arco para definir de zurda por debajo de Courtois.
El tercero llegó a los 24 con un contragolpe perfectamente ejecutado. Dembélé y Achraf Hakimi se combinaron para servirle el balón a Ruiz, quien amplió la diferencia con un zurdazo al segundo palo. La postal del desbarajuste defensivo merengue fue cuando Federico Valverde, el relevo de Alexander-Arnold por el carril derecho, acudió tarde para frenar a Ruiz.
Los abucheos empezaron a sentirse en el MetLife, donde la concurrencia de 77.542 espectadores reflejó una mayoría de hinchas del Madrid. Fueron testigos de un equipo que fue ampliamente superado en todas las facetas, desde lo físico hasta lo táctico.
Con la sensación de partido liquidado tan temprano, el PSG bajó las revoluciones y Luis Enrique optó por sacar a Dembélé y Khvicha Kvaratskhelia al filo de los 60 minutos. Tuvieron para el tanto adicional de Ramos a los 87, definiendo con clase tras recibir un pase de Bradley Barcola.
La recta final sirvió para momentos particulares: Luka Modric disputó como jugador del Madrid tras anunciar de antemano su salida al cabo del Mundial de Clubes, mientras que Dani Carvajal y Eder Militão reaparecieron tras sus graves lesiones de rodilla.
