La pandemia incrementó la impunidad y la visibilización de los casos de trata de personas en la región de América del Norte.
A nivel global la pandemia de Covid-19 agudizó la vulnerabilidad a la explotación y complicó la identificación de las víctimas de trata de personas que, en nuestro país, se incrementaron más de 72% en los últimos cuatros años, pese a que solo se denuncia uno de cada 100 casos.
El Informe Mundial sobre Trata de Personas, presentado en México por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), revela que durante 2020 las cifras globales arrojaron un 11% menos víctimas de trata que en 2019, pues la emergencia sanitaria afectó la capacidad de las autoridades para combatir este delito.
Sin embargo, a nivel regional el informe refleja el incremento de la impunidad y la visibilización de los casos. En América del Norte (Estados Unidos de América, México y Canadá), la víctimas se elevaron 16%, (26% en hombres) y las sentencias bajaron 35%.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) define a la trata de personas como la captación, transporte, traslado, acogida o recepción de personas, recurriendo a la amenaza, el uso de la fuerza u otras formas de coacción como el rapto, el fraude, el engaño, el abuso de poder o de situaciones de vulnerabilidad con fines de explotación para obtener pagos o beneficios.
Nuestro país es considerado a nivel internacional como un lugar de origen, tránsito y destino de mujeres, hombres, niñas, niños y adolescentes víctimas de trata con fines de explotación sexual, laboral y mendicidad forzada que, hasta nuestros días, afecta principalmente a mujeres de todas las edades.
Durante 2022 el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNP) registró 635 casos de trata de personas a nivel nacional, cuya mayor incidencia se reportó en Estado de México, Nuevo León, Baja California, Ciudad de México y Chihuahua. Desde 2018 este delito se mantiene al alza, pues pasó de 369 a 635 incidentes en 2022, un incremento del 72.09% y de 24.75% con respecto a 2021 cuando se documentaron 509.
El titular del Programa de Crimen Organizado y Drogas de UNODC México, Mario Cordero Vejar, explicó que la pandemia limitó la visibilidad de delitos como la trata de personas con fines de explotación sexual, por lo que estos fueron desplazados hacia la clandestinidad y las víctimas fueron transportadas a más destinos en una claro aumento de la impunidad.
De acuerdo con la UNODC, del total de víctimas de trata con fines de explotación sexual detectadas durante la pandemia en Norteamérica, el 18% se cometieron en departamentos o en casas; 14% en bares; 11% en hoteles o en la calle y 9% en salones de “sauna” o “masaje”.
Los expertos coinciden en que la falta de respuesta institucional, los bajos niveles de denuncia y el desconocimiento generalizado del delito de trata dificultan el combate contra este ilícito que, en la mayoría de los casos es detectado gracias a los llamados “autorrescates”, cuando las víctimas escapan.
De acuerdo con el informe, entre 2012 y 2022, en el 41% de los casos detectados hubo acción inicial de la víctima para que el delito fuera detectado; en 28% fueron fuerzas de seguridad (policías, guardias fronterizos); en 11% de la comunidad o desconocidos; 10% por parte de familiares; y 9% por parte de instituciones y la sociedad civil.
Según el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia, en México la cifra negra (delitos que no se reportan o denuncian) en el ilícito de trata supera el 99%; es decir que, solo uno de cada 100 casos se denuncia.
Al respecto, Guillermina Cabrera Figueroa, fiscal especializada para la atención de delitos relacionados con la trata de personas en la Fiscalía General de Justicia (FGJ) del Edomex, detalló que en nuestro país existen muchos retos para el combate de este delito, mismos que van desde la capacitación del personal, la difusión de información clara y oportuna; así la supervisión constante de niños y adolescentes que están expuesto en redes sociales y muchas veces, en su propio entorno.
