La gente pregunta por los precios, y si bien la economía no es lo óptima que se esperaría, los vendedores tienen confianza en que sus ventas serán adecuadas.
Con 84 puestos y propuestas de figuras diversas, así como combinaciones de colores, técnicas y acabados que dan vida a la muerte, llegó junto con octubre la Feria del Alfeñique 2023.
La tradición no muere y, a pesar de que los artesanos del Alfeñique tuvieron que elevar los costos del producto en hasta 40%, debido al alza en los insumos, especialmente el azúcar, el arranque se esta edición se catalogó de exitosa.
Calaveras de dulce de azúcar, de Alfeñique, de amaranto o de chocolate, también figuras de frutas y verduras, todo tipo de pan dulce y charolas con mole o guisos típicos mexicanos son parte de lo que muestran los vendedores.
En las repisas hay calaveritas de todo tipo de tamaños y sabores, chocolates blancos, cafés, rosas, dulces, amargos.
La gente pregunta por los precios, y si bien la economía no es lo óptima que se esperaría, los vendedores tienen confianza en que sus ventas serán adecuadas.
De acuerdo con uno de los vendedores, a diferencia de los años de pandemia, no pudieron contener los precios, y que si bien han tratado de buscar todas las formas para asegurar las ventas y que haya costos más amigables, resulta imposible porque el azúcar subió en 200% y hay otros insumos con precios muy elevados que no permiten mantener los 50 pesos por calavera mediana.
A pesar de ello, esperan que lleguen entre 15 y 20% las ventas en comparación con el año pasado, lo que permitirá preservar la tradición, máxime que ahora cuentan con expositores de otras entidades.
