Tras las múltiples manifestaciones en contra de la Reforma, Morena ha logrado la mayoría que se necesita al recibir el voto a favor con el apoyo del senador del PAN, Yunes Márquez.
El Senado de México dio aprobación general a una amplia reforma judicial que revisará el poder judicial del país al elegir jueces por voto popular, una transformación profunda que los críticos temen que pueda amenazar el estado de derecho y dañar la economía.
El Senado pasará ahora a debatir las reservas planteadas por los legisladores antes de dar aprobación final a la reforma propuesta por el presidente saliente Andrés Manuel López Obrador y que fue aprobada por la cámara baja la semana pasada.
Los senadores votaron 86 a 41 a favor de la aprobación general.
Miguel Ángel Yunes, del partido opositor PAN, rompió dramáticamente las filas del partido el martes para decir que estaría a favor de la revisión, lo que efectivamente le daría al gobernante partido Morena y sus aliados la mayoría de dos tercios necesaria para aprobar la reforma constitucional.
Los principales socios comerciales de México, Estados Unidos y Canadá, han advertido que la revisión podría socavar el pacto comercial T-MEC e impactar negativamente la inversión.
La reforma también ha asustado a los mercados, ya que el peso mexicano se ha debilitado un 17% desde las elecciones del 2 de junio en las que el partido gobernante Morena ganó por una amplia mayoría.
Mientras los senadores discutían la reforma el martes, los manifestantes irrumpieron en el edificio del Senado ondeando banderas mexicanas y gritando “traidores”, lo que obligó a suspender la sesión.
Los legisladores de la oposición acusaron al bloque gobernante de desplegar tácticas encubiertas para asegurar los votos necesarios, alegando que un senador había sido detenido en un intento de impedirle votar mientras que otros habían sido presionados u ofrecidos sobornos.
López Obrador elogia la reforma como vital para mantener la integridad del poder judicial de México y garantizar que sirva al pueblo en lugar de a los intereses criminales. Sin embargo, los críticos temen que sea una concentración alarmante de poder por parte del partido gobernante Morena.
La columna vertebral de la reforma constitucional, que la
cámara baja aprobó la semana pasada, exige la elección por voto popular de más de 6.500 jueces y magistrados, incluida la Corte Suprema. La reforma también reduce el número de jueces de la Corte Suprema de 11 a 9, reduce la duración de sus mandatos a 12 años, elimina el requisito de edad mínima de 35 años y reduce a la mitad la experiencia laboral necesaria, a 5 años.
Sheinbaum, que asumirá el cargo el 2 de octubre, tendrá la tarea de gestionar las consecuencias de la reforma, que corre el riesgo de dominar los primeros meses de su mandato.