Por Helga Kauffman
Para nadie es un secreto que el presidente Andrés Manuel López Obrador veía en los organismos constitucionales autónomos el medio de los neoliberales “una constelación de organismos independientes, que en realidad sirvieron para facilitar el robo”. Quería eliminarlos todos, pero en el legislativo no le alcanzó.
La confrontación directa con Lorenzo Córdova Vianello, cuando era consejero presidente y Ciro Murayama, consejero electoral, llevó al titular del ejecutivo a tratar de eliminar al INE.
Solo dos hombres, reconocidos por su defensa de la democracia eran señalados por los representantes de la 4T, por ello el intento de reforma electoral y los planes B y C.
La llegada de Guadalupe Taddei como consejera presidenta del INE ha provocado un cambio de opinión y ha buscado iniciar una nueva relación.
A grado tal es el cambio que invitó al Consejo General y a sus 11 integrantes a Palacio Nacional a una reunión que, por cierto, duró dos horas y media..
A pesar de los diversos posicionamientos en torno al posible atentado a la autonomía del árbitro electoral, la reunión se dio.
Al aceptar la invitación a Palacio Nacional, la consejera presidenta aseguró que la intención fue acudir al encuentro con el presidente López Obrador con el pleno del Consejo General del INE.
Para el Presidente este encuentro con Guadalupe Taddei, primera presidenta mujer del INE y los consejeros, Jorge Montaño Ventura; Rita Bell López; Arturo Castillo; Dania Paola Ravel; Jaime Rivera; Norma Irene de la Cruz; Uuc-kib Espadas; Martín Faz; Carla Humphrey: Claudia Zavala y Miguel Ángel Patiño, encargado de despacho de la Secretaría General del INE, es importante para el proceso electoral del 2 de junio de 2024.
Las dudas persistirán. Un organismo autónomo reuniéndose la víspera de unas importante elecciones con el Presidente, tiene un tufo a podrido.
López Obrador asegura que nunca los convocó para “tirarles línea”, pero el problema es que sus dichos y su actuación difieren siempre.