El subsecretario de Gobernación de Guerrero, Francisco Rodríguez Cisneros, explicó que los ataques contra unidades de reparto son una represalia por parte de grupos delictivos.
Luego de un ataque armado que dejó como saldo a dos trabajadores de reparto muertos, empleados de las empresas transnacionales Coca-Cola FEMSA y Grupo Modelo, así como a un herido de gravedad, colaborador de Sigma Alimentos, las autoridades de Guerrero reforzaron la seguridad en el puerto de Acapulco.
En respuesta a los hechos registrados, elementos de fuerzas estatales y federales se desplegaron en las distintas plantas de distribución que habían suspendido sus actividades.
La Guardia Nacional, el Ejército Mexicano, la Fiscalía General del Estado y la Secretaría de Seguridad Pública estatal implementarán acciones conjuntas para proteger a la población y garantizar condiciones adecuadas que permitan a los trabajadores del sector empresarial desarrollar sus actividades económicas sin riesgos.
Las autoridades coordinarán esfuerzos con empresarios, comerciantes y sectores productivos locales con el objetivo de capacitarlos en la aplicación de protocolos de seguridad, establecer canales efectivos de comunicación y asegurar el acompañamiento de las fuerzas de seguridad durante la distribución de productos.
Estas medidas buscan fortalecer la tranquilidad de la ciudadanía y restablecer el funcionamiento eficiente de las actividades comerciales, que en los últimos días han sido severamente afectadas por el aumento de hechos delictivos en la región.
En declaraciones del subsecretario de Gobernación de Guerrero, Francisco Rodríguez Cisneros, este explicó que los ataques registrados contra unidades de reparto son una represalia por parte de grupos delictivos.
Señaló que estas organizaciones reaccionaron al trabajo de las autoridades, quienes durante el último trimestre del año lograron una disminución significativa en la incidencia delictiva, así como la captura de personas relacionadas con actividades criminales en Acapulco.
