El CRIMEN OPACA AL SEXENIO DE AMLO

El crimen organizado ha buscado apoderarse de las policías y los ayuntamientos, y construir redes políticas locales de respaldo y protección.

La administración de Andrés Manuel López Obrador no ha cumplido en materia de seguridad; lejos de que los índices delictivos decrecieran, aumentaron año con año, llegando a superar las cifras del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa y su antecesor, Enrique Peña Nieto.

Si bien los dos últimos años del mandato de Enrique Peña Nieto resultaron problemáticos, no hubo capacidad de frenar “la bola de nieve”, y con Andrés Manuel López Obrador, la inercia ha sido siempre a la alza, por lo que la tasa de delincuencia organizada ha aumentado un 64.2 % en los últimos ocho años.

De acuerdo a datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública en lo que va del sexenio de Andrés Manuel López Obrador han sido asesinadas 186 mil 289 personas. A ello hay que sumar los casi 50 mil desaparecidos en los últimos cinco años.

Según la más reciente Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública del INEGI, el 74.6 por ciento de los mexicanos se sienten inseguros, pero hay algo que es pertinente mencionar: la ausencia del Estado es la que propició que organizaciones criminales expandieran sus actividades y generen más violencia.

Desde que Andrés Manuel López Obrador llegó a la Presidencia de México, el país ha visto surgir a por lo menos 20 grupos criminales a lo largo del territorio.

Ello se desprende de informes de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena), de Marina (Semar) y de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), así como documentos de la Fiscalía General de la República (FGR), la Guardia Nacional y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

De acuerdo a ello, en los primeros cinco años de López Obrador como mandatario las corporaciones de seguridad reconocieron el nacimiento de nueve cárteles del narcotráfico, ocho células criminales afines a estos y tres bandas dedicadas al huachicoleo.

Mientras el discurso discurre entre admitir que lo que pasa en México no es cierto y que la “estrategia” denominada “abrazos, no balazos”, ha funcionado bien.

Pero nada más alejado de la realidad, ya que en este sexenio no ha existido una política real de desarticulación de las organizaciones criminales y es evidente que la política de “abrazos, no balazos” no solamente no ha funcionado, sino que ha implicado una capitulación, cuando no abierta complicidad, del gobierno frente a los grupos criminales.

Huelga señalar que la impunidad en México es alarmante y la complicidad de muchos actores políticos con la delincuencia es innegable.

El reporte ‘MX: La Guerra en Números’, de T-ResearchMX, es elocuente y detalla que del 1 de diciembre de 2018 al 8 de mayo de 2024, las fiscalías estatales y federales han registrado 186 mil 289 homicidios dolosos en México.

Es decir, en 66 meses del sexenio de López Obrador se mantiene una tendencia al alza en el registro de este delito.

El mes con el mayor registro de homicidios dolosos fue octubre de 2020, con 3 mil 347; en cambio, el mes con menor registro de homicidios dolosos fue febrero de 2024 con 2 mil 77 eventos, frente a febrero de 2021, considerado por las propias autoridades como el mes con menos asesinatos.

En el mismo periodo de gobierno del ex presidente Felipe Calderón se registraron 102 mil 812 asesinatos, y, en el gobierno del ex presidente Vicente Fox, se documentaron 53 mil 275, ambos por debajo de lo que dejará López Obrador.