LA AMBICIÓN Y EL DINERO

Por Helga Kauffman

No cabe duda que lo peor que puede mostrar un ser humando, es su ambición por el dinero, y ello viene a colación por lo que pasa en México, donde los gobernantes que llegaron con el eslogan de “ser diferentes”, han mostrado su verdadero colmillo.

Son una especie de precaristas políticos, que al tener el poder se han vuelto locos y olvidan que la política, o mejor dicho, el poder que da la política, no es eterno. Tienen su periodo, o sus periodos si me apuran, pero se va tarde que temprano.

Y en esta vorágine que les da el poder, se han gastado todo el dinero con que, supuestamente, apoyarían a los más pobres de México y hay que advertir que el gobierno ya se queda con el dinero de las cuentas bancarias que no han registrado movimientos en cinco años, pero ahora van por una bolsa más jugosa: los recursos de las administradoras de fondos para el retiro (Afores), cuyos titulares o beneficiarios no los hayan reclamado a los 70 años cumplidos.

Fue este lunes cuando se aprobó en comisiones, en la Cámara de Diputados, la creación del fideicomiso de las Pensiones del Bienestar, que será alimentado con los saldos no reclamados de las Afores y aunque en teoría ese fideicomiso se alimentaría, según el presidente López Obrador, de las “utilidades del Tren Maya, del AIFA’’ y suponemos que también de los recursos que genere “Dos Bocas’’, si alguna vez funciona, se trata de una gran mentira.

El Tren Maya no dejará utilidades en por lo menos 30 años; el AIFA, quizá en menos, unos 20 años, pero la engañifa no solo solo radica en los tiempos de espera para que esos elefantes blancos generen utilidades, sino que éstas fueron asignadas a las Fuerzas Armadas, que son las administradoras y difícilmente el poder castrense accederá a darlas a los civiles, aunque sean los legítimos dueños.

Así lo estableció el propio López Obrador cuando decidió que fuera el Ejército quien administrara sus obras emblemáticas, así como el aeropuerto de Tulum, el de Chetumal y otros.

Si las eventuales utilidades de esas obras pasarán a formar parte del fideicomiso con el que se pretende financiar las Pensiones del Bienestar, será porque las Fuerzas Armadas decidieron compartirlas o porque hubo una modificación a la legislación para que las utilidades que generen esos elefantes blancos pasen a manos de la Federación.

Por lo pronto, está más cercana la fecha del próximo eclipse antes de que se vea el primer peso de utilidad de las obras sexenales.

El fideicomiso será alimentado básicamente por los fondos no reclamados de las Afores, por lo que si ustedes amigos lectores tienen una cuenta, dese una vueltecita por su banco, nomás para revisar en qué condiciones se encuentra, no vaya a ser que cuando quiera reclamar algo, ya no sea posible.

Aguas, porque salieron no solamente mentirosos, sino sumamente abusivos los “gobiernícolas” de cuarta.