La delincuencia organizada no respeta nada
Pese a la contingencia por el coronavirus, la violencia persiste en Puebla al registrarse este lunes diez presuntas ejecuciones.
En la madrugada, fueron ultimados a balazos seis hombres que viajaban en una camioneta en las inmediaciones del barrio de la Preciosa Sangre en el municipio de Amozoc, conurbado con esta capital.
En la calle Alcanfores, fue localizada una camioneta Ford lobo placas XWX3143, de Tlaxcala, en la cual estaban personas sin vida, tres adentro, dos a un costado de la unidad y uno más, a unos metros, sobre la cinta asfáltica.
De acuerdo a los reportes policiacos, este hecho derivó de una persecución por parte de sujetos que se desplazaban en un carro y que al darles alcance acribillaron a los tripulantes de la camioneta.
Tres de las víctimas eran jóvenes entre 17 y 20 años de edad que presuntamente acababan de subirse a la camioneta porque el conductor los invitó para que fueran a comprar unas cervezas, sin embargo, hasta esta tarde no había un reporte oficial de los hechos.
También por la mañana, en la comunidad de San Cristobal Tepatlaxco, municipio de San Martín Texmelucan, fue localizado el cadáver de un hombre, quien presentaba señales visibles de golpes, estaba envuelto en una cobija y además se encontraba desnudo.
Otro cadáver, también aparentemente de un hombre, fue encontrado en la colonia La Joya, en las inmediaciones del Hospital Psiquiátrico El Batán, al sur de esta ciudad, cerca del penal de San Miguel, donde hoy se llevó a cabo un cateo. Según la policía, el cuerpo estaba maniatado, cubierto con una cobija y envuelto en plástico.
Igual, en el municipio de Acatzingo, se reportó el hallazgo de dos ejecutados más. Los cuerpos de las víctimas, atados de manos, huellas de tortura y con heridas de arma de fuego, estaban en la batea de un camión de carga de cosechas agrícolas, abandonado en un camino de terracería que conduce hacia San Sebastián Teteles.
