El apoyo ciudadano a la alianza opositora rumbo a los comicios de 2024 sigue a la baja.
Después de las elecciones del domingo 4 de junio, cuando el PRI y sus aliados perdieron la gubernatura del Estado de México, se anticipa una derrota aplastante en la contienda por la Presidencia de la República.
Los tres partidos se encuentran en una profunda crisis, con dirigencias cuestionadas y poco o nulo apoyo popular.
Poco es lo que el PRI aportará a la coalición opositora, pues fue desplazado del tercer lugar nacional como fuerza política electoral por el partido Movimiento Ciudadano, que al gobernar Jalisco y Nuevo León, tiene influencia territorial y electoral sobre 14 millones de habitantes y casi 11 millones de votantes potenciales.
El PAN, principal socio político electoral del tricolor no está en una posición muy favorable pues apenas gobierna cinco entidades, Guanajuato, Chihuahua, Querétaro, Yucatán y Aguascalientes, que le permiten influencia territorial y electoral sobre 15 millones y medio de habitantes y poco más de 12 millones de potenciales votantes.
Del PRD, no queda nada.
De seguir juntos en la coalición electoral “Va por México”, el PRI y el PRD aportarán muy poco. El dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, mejor conocido por el alias de “Alito”, ha cumplido muy eficazmente su papel de sepulturero del tricolor. Entre 2021 y 2023 llevó a su partido e la derrota en la disputa de 11 gubernaturas: Guerrero, Sinaloa, Sonora, Zacatecas, Tlaxcala, Campeche, Colima, Oaxaca, Hidalgo, Estado de México y San Luis Potosí.
PAN, PRI y PRD sumarán sus miserias, que podrían profundizarse en la contienda presidencial del 2024, en la que no habrá un final feliz para sus dirigentes “Alito”, Marko Cortés y Jesús Zambrano, ni para sus respectivos partidos.
Los perfiles de quienes buscarían la candidatura… los mismos de siempre.
Ricardo Anaya, preparándose desde que recibió los resultados de la elección de 2018, el expresidente del PAN ha asegurado que volverá a buscar la candidatura en 2024, ya sea de su partido o de la alianza opositora.
Gabriel Quadri también destaca que, de resultar ser el abanderado panista, ésta sería también su segunda elección presidencial, luego de perder en 2012 contra el priista Enrique Peña Nieto, y en medio de controversias por varias de sus declaraciones en la Cámara de Diputados, así como señalamientos por acoso sexual.
Enrique de la Madrid. con una participación en los Diálogos por México, el extitular de la Secretaría de Turismo se declaró listo para competir por la candidatura priista y evitar que México sea un país “con más pobreza, más autoritario, más violento”, al tiempo que llamó a la unidad contra las problemáticas del país.
Beatriz Paredes, al igual que Sheinbaum, la senadora priista busca ser la primera mujer presidenta, en una contienda que se destacará por la participación femenina en las elecciones internas, ya que al menos tres partidos tienen aspirantes mujeres.
José Ángel Gurría, exsecretario de Hacienda, ha afirmado buscar contender por la también llamada silla grande, con un perfil que destaca por la administración pública económica, con cargos como canciller y secretario general de la OCDE.
Ildefonso Guajardo Villareal, ha reiterado sus intenciones de contender.
Otro más es Alejandro Murat, el exgobernador de Oaxaca, quien tras ser “destapado” por AMLO con su lista, resaltó que no sólo busca ser el candidato del PRI, sino que su paso por la administración estatal le da los méritos para ser considerado por su partido para una contienda que no sólo se espera incluya militantes, sino incluso figuras de otras fuerzas en torno a una posible alianza opositora.
Quien también se ha apuntado, es Claudia Ruiz Massieu, quien afirmó estar preparada para buscar la candidatura priista.
Otros panistas son Santiago Creel, actual presidente de la Cámara de Diputados, y Lilly Téllez.
Al listado se han sumado Juan Carlos Romero Hicks; Demetrio Sodi de la Tijera y el empresario Gustavo de Hoyos.