Fiel a su costumbre, afirma que el proceso del Frente Amplio por México fue una comedia y una farsa, porque un grupo de políticos, empresarios e intelectuales ya tenía pactada la designación de la senadora.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha calificado de “comedia” y de “farsa” la designación de la senadora Xóchitl Gálvez como candidata presidencial de la oposición. El mandatario ha recordado que desde hace varias semanas él había adelantado que Gálvez sería finalmente la abanderada, conforme a un pacto de las cúpulas partidistas del Frente Amplio por México con el empresario Claudio X. González y un grupo de intelectuales.
“¿Qué sucede cuando imponen a alguien de arriba? Está al servicio de los de arriba, de los que impusieron al presidente, es un empleado, por eso lo mejor es la democracia, siempre. Y lo que vimos ahora, una comedia, una farsa, se les complicó un poco, porque pensaron que con la publicidad se iba a inflar el globo, podían hasta perder, y empezaron a operar”, ha añadido.
López Obrador ha afirmado que el proceso interno del Frente, en el que se inscribieron varios contendientes y que constaba de debates, encuestas y elecciones primarias, finalmente ha sido una simulación. Inicialmente, 13 participantes estaban en la contienda por la candidatura, pero fueron declinando; la última en hacerlo, ayer, fue la senadora priista Beatriz Paredes. “Empezaron a operar en ese sentido. Se le llama, en el argot de la politiquería, bajarlos; empezaron a bajarlos a todos, los bajaron. Es lamentable, porque es un asunto cupular, arriba, es el gerente Claudio. Nunca se había visto esto en la historia así tan claro, tan descarado, porque ni siquiera terminaron su proceso, sino fue pura declinación. Se los dije, es que hay votos que cuentan y hay votos que pesan”, ha afirmado el presidente.
“Ya no van a ir al siguiente paso. Ya hay una cargada a favor de una señora”, ha dicho el mandatario en referencia a Gálvez. “Una regla de oro de la democracia es no permitir la simulación, porque eso fue lo que más perjudicó a México, la simulación. Aunque se molesten, hay que seguir insistiendo en la democracia y que no haya electores, oligarcas, que no sean los de arriba los que decidan, los que impongan, que sea el pueblo, porque eso es la democracia”, ha agregado.
López Obrador también ha deplorado la actuación del PRI y de su dirigente, Alejandro Moreno, que desde hace días había insinuado la declinación de su candidata, hasta que la consumó el miércoles. “Un desfigure completo, el presidente del PRI diciendo: ‘Ya ni modo, Beatriz, nos ganaron”, ha dicho el mandatario riéndose. También ha afirmado que el PRI, el partido más antiguo de México y en el que él militó, “ha renunciado a sus principios, sus ideales”.
El presidente fue cuestionado en su conferencia sobre si el proceso interno en su partido, Morena, para definir su candidatura no es una simulación igual que en el caso del frente opositor. El cuestionamiento ha hecho eco de las voces que afirman que la elección morenista está decidida desde hace meses a favor de la exmandataria capitalina Claudia Sheinbaum, considerada la “favorita” de López Obrador. El presidente ha rechazado el señalamiento. “No, aquí no hay dedazo, yo no estoy influyendo, y no tengo doble discurso porque no soy hipócrita. Por eso somos distintos, por eso no han podido con nosotros; si fuésemos iguales a ellos, yo no estaría aquí”, ha afirmado.
López Obrador ha asegurado que él no enviará “señales” para imponer la candidatura en su partido y que será el pueblo el que tenga la última palabra en la encuesta que en estos días levanta Morena para medir la popularidad de sus aspirantes. Según todas las mediciones, la contienda se decidirá entre Sheinbaum y el exsecretario de Exteriores Marcelo Ebrard. Los resultados oficiales se darán a conocer el 6 de septiembre.