Más de 46 millones de personas no ganan lo suficiente para comer

Acción Ciudadana Frente a la Pobreza resaltó que ha insistido en que la raíz de la pobreza es estructural y para afrontarla se requieren acciones y estrategias distintas a las que se han implementado sexenio tras sexenio.

Los nuevos datos de pobreza laboral difundidos por Coneval confirman que la raíz de la pobreza es laboral: 36% de la población, 46.4 millones de personas, carecen de ingreso laboral suficiente para superar la pobreza extrema. Los programas de transferencias monetarias no bastan y excluyen al 61% de los hogares de menor ingreso propuestos desde la sociedad civil para ir a la raíz de la pobreza.

Todavía más de la tercera parte de la población no gana lo suficiente para comer. Su ingreso laboral es inferior al costo de la canasta alimentaria; es decir, no superan el umbral de la pobreza extrema.

La reducción entre 2019 y 2024 son 3.8 puntos porcentuales en 5 años, esto es 0.75 puntos por año en promedio. De continuar esta tendencia al mismo ritmo, se requieren 47 años para erradicar la pobreza laboral, para que ya no haya personas que ganen menos del costo de la canasta alimentaria para su familia.

Acción Ciudadana Frente a la Pobreza resaltó que ha insistido en que la raíz de la pobreza es estructural y para afrontarla se requieren acciones y estrategias distintas a las que se han implementado sexenio tras sexenio; pues está documentado que los programas de transferencias monetarias son un paliativo, no la solución.

Ningún programa social o de transferencias puede sustituir al trabajo en condiciones dignas como vía para la superación de la pobreza. Y eso requiere concertación y diálogo social.

Hasta ahora el incremento al salario mínimo general no cubre lo necesario para que una persona pueda sostener a su familia por encima de la línea de pobreza.

Se han postergado las acciones que permitan la incorporación de mujeres y jóvenes al trabajo formal en condiciones dignas, al no aprobar la creación del sistema de cuidados para facilitar la incorporación laboral de mujeres y al priorizar las transferencias monetarias en lugar de una real capacitación y formación para el trabajo para jóvenes.