OPERAN PENALES COMO “CALL CENTERS”

Fuentes consultadas explicaron que son espacios dentro de la prisión destinados no sólo a la realización masiva de llamadas, sino incluso al entrenamiento de nuevos extorsionadores.

Cifras del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), basadas en entrevistas a reos, indican que cada interno que participa en estas actividades realiza unas 250 llamadas diarias.

“Es sorprendente porque necesitas no sólo tiempo, sino toda una infraestructura. Algunas autoridades me han dicho que alcanzan a hacer 8 o 9 horas de llamadas continuas de extorsión”, señaló Francisco Rivas, director del ONC.

Estos “call centers”, explicó, operan con la complicidad de custodios y personal penitenciario que también reciben un beneficio económico.

Los reos necesitan no sólo un número importante de aparatos, sino incluso instalaciones eléctricas suficientes para cargar los celulares e incluso inhibidores de ruido.

De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Victimización (ENVIPE) del INEGI, tan solo en 2021 —último año con datos disponibles— se cometieron 4.9 millones de extorsiones en el país.

Las fuentes consultadas indicaron que los extorsionadores utilizan cientos de chips de prepago que son ingresados por las visitas, o bien, pueden ser rentados por los mismos custodios.

“Se les cobra por permitirles hacer esas llamadas, prácticamente no son molestados por nadie mientras lo hacen”, sentenció una excustodia de la Ciudad de México.

El Consejo Ciudadano de Seguridad de la CDMX reporta que, cada llamada extorsiva, tiene una duración de entre 3 y 4 minutos en promedio.

Además, se tiene registro de más de 20 mil cuentas bancarias —de entidades financieras de todo el País— hacia las cuales se han solicitado los depósitos.

La extorsión desde los penales también se ha ido modificando con el paso de los años.

“Hace aproximadamente unos 10 años estaba enfocada en amenazas por secuestro o engaños relacionados principalmente con tarjetas de celular, incluso con concursos en los que se ganaban autos”, agregó Rivas.

“Hoy tenemos una diversidad de temas y están mucho más dirigidos a cuentas bancarias, tienen información, cuentan con datos de los usuarios, cuentahabientes; la red delictiva va más allá de quién ejecuta la extorsión vía telefónica”.

El experto reveló que el año pasado la organización tomó conocimiento de extorsiones telefónicas exitosas por más de 2 millones de pesos.

“Tú crees que estás hablando con el banco y, si no estás familiarizado con los fenómenos delictivos, es fácil que caigas, uno de estos casos fue una familia de abogados.

“Aunque ya está más enfocado al tema bancario, sigue habiendo una serie de extorsiones relacionadas con las amenazas, los engaños, esto de: ‘te ganas un dinero si depositas mil pesos’, cosas de este tipo siguen sucediendo”.

El penitenciarista José luis Mussi observó que los reos extorsionadores, si bien pueden contar con información de la víctima, también hay otros que “sacan” información a partir de engaños.

“Te ofrecen un producto verdaderamente barato y te empiezan a decir: ‘perdone, ¿cuál es su segundo apellido’, y empiezan a reunir una serie de datos, también de las redes. La gente no entiende que no debe de meter su vida a Facebook porque ven la vida completa de una gente, saben quién es, cómo se llama, amigos, amistades, domicilio, trabajo, y entonces así operan estos call centers”.