Los casos registrados por la organización Anthus alertan por la vulnerabilidad de menores de edad ante este delito.
En el territorio poblano hay más de un “modus operandi” en cuanto al fenómeno de trata de personas, que van desde el enganche a través del enamoramiento con fines sexuales, hasta los trabajos forzosos (rubro donde se está poniendo más atención). Aun así, se sabe que el grupo más vulnerable son las mujeres, niñas y adolescentes, reveló la Asociación Nacional contra la Trata Humana en la Sociedad (Anthus), organización que destacó que también se incrementado la incidencia de mendicidad forzada.
La fuente señaló que cada vez más la sociedad civil está alzando la voz, así como pidiendo consejos sobre lo que se puede hacer en estos casos; lo que suma el mayor señalamiento de varios casos de trata laboral doméstica que es una de las más invisibilizadas, aun cuando esta asociación ha puesto el dedo en el renglón sobre lo que está ocurriendo con las empleadas domésticas o trabajadoras del hogar: “aunque seguimos en espera de que se hagan investigaciones fructíferas al respecto”, confió la fuente.
Misma que destacó que en los albergues que tienen, la mayoría son procedentes de otros estados y no del territorio poblano: “esto nos sitúa en una realidad compleja porque más del 90 por ciento de la población – que al momento de la redacción de la nota estaban saturados – no poseen de Puebla, hay albergues en los que no hay usuarias procedentes de alguna parte del Estado de Puebla”, al momento de la entrevista, lo que habla de lo rudo que es darle seguimiento a las víctimas, consideró la entrevistada.
Al hablar de este panorama, la fuente señaló que o bien no se están atendiendo las víctimas o canalizándose a refugios, ni siquiera se podría referir que hay un combate a la trata de personas, para ver si el fenómeno está aminorando.
Señaló que hay una fracción en la ley que habla de la trata de personas, de la explotación en menores de edad y que tarde o temprano, son captados en actividades ilícitas, son enganchados y explotados y expuestos a participar de actividades ilícitas, lo que tampoco se puede mapear por que ingresan al sistema de justicia penal para adolescentes como imputados y no necesariamente se está investigando como lo que realmente podrían ser, menores captados por las redes de trata.
Las cifras revelan que en el estado de Puebla se han iniciado 74 carpetas de investigación, es superado por Baja California (122), Nuevo León (185), Chihuahua (339), Estado de México (669) y Ciudad de México (682). El documento destaca que en 2017 se habían registrado siete carpetas de investigación en territorio poblano, al año siguiente 10, para que en 2019 se reportaran 15, en 2020: 13 y en 2021 un total de 29.