Integrantes de colectivos de búsqueda de personas desaparecidas, junto con la Iglesia católica, llevaron a cabo este viernes una emotiva ceremonia en la plaza central de Chilpancingo, Guerrero. Durante el acto, colocaron zapatos y velas en memoria de los restos óseos e indicios hallados en el Rancho Izaguirre de Teuchitlán, Jalisco, señalado como un presunto campo de exterminio vinculado al narcotráfico. Este homenaje busca visibilizar la crisis de desapariciones forzadas en el país y solidarizarse con las víctimas de dicho rancho, donde se encontraron pertenencias de desaparecidos.
Francisca Mayo, representante del Colectivo Guerrero No Más Desaparecidos, hizo un llamado a la ciudadanía para proporcionar información sobre posibles fosas clandestinas, enfatizando que cualquier dato será recibido de forma anónima a través de los colectivos. Por su parte, Gema Antúnez Flores, del colectivo Familiares en Búsqueda María Herrera, reveló que entre los restos localizados en el rancho se identificó a una persona desaparecida en la región Montaña, cuyos restos ya fueron entregados a sus familiares. Este acto refleja la colaboración entre colectivos y la Iglesia católica en la búsqueda de justicia y verdad para las miles de familias afectadas por la desaparición de sus seres queridos en México.