Durante todo el show, el cantante estuvo acompañado en el escenario de bailarinas, que entraban y salían de acuerdo a la canción y de si se requería su acompañamiento.
El cantante vernáculo parece que ha retomado un segundo aire, teniendo una velada muy emotiva, demostrando todo su talento.
“Pedrito” Fernández, el cantante, el ser humano que cambió su nombre, José Martín Cuevas, e hizo una mezcla con los nombres de sus ídolos, Pedro Infante y Vicente Fernández, se presentó de manera magistral en la Arena CDMX.
Esta presentación forma parte de su nueva gira, Ave Fénix Tour, logrando una emotiva y exitosa velada.
La velada inició con su voz saliendo de las bocinas del recinto, con las luces apagadas y la proyección de su MV “Solo te llevarás” seguido por “El corrido de Malverde”.
Al terminar la proyección la piel se enchinó al escuchar las primeras tonadas del mariachi que abrió el concierto con “El son de la negra”, mezclando elementos vistos en las festividades de la Independencia de México y del Día de muertos.
Después de unos segundos, Pedro entró al recinto, vestido de charro en color negro y con una capa del que se despojó terminando su primera canción seguida por sus versiones de “El mariachi” y “Quién será”.
Para después lograr un grito unísono del público al empezar a cantar “Los hombres no deben llorar” con un fondo de lluvia como filtro imperfecto de redes sociales.
Pero la locura se desató al entonar las primeras notas de “El Aventurero”: “¡Abusadas mamacitas porque ya llegó su aventurero!” advirtió el cantante de 55.
Pedrito comenzó la interacción con el público, algo que se le agradece mucho, porque lo hace con respeto, pero siempre con picardía, leyó las pancartas que se encontraban cerca del escenario.
Durante todo el show, el cantante estuvo acompañado en el escenario de bailarinas, que entraban y salían de acuerdo a la canción y de si se requería su acompañamiento.
La velada continuó entre las notas de “Quien”, “Perdóname mi amor por ser tan guapo”, “El ganador”, “Maniquí” y “Coqueta” y al tomarse una breve pausa con aplausos de público, para después agradecer y darle la bienvenida al cantante de Emir Pavón y al Grupo Cañaveral, quienes interpretaron a su lado “Si te vas”.
Tras la salida de Emir, Pedro continuó con su repertorio, entonando “Como ella” y “Dulcecito de chamoy”. Hubo un momento en que el cantante dedicó un emotivo reconocimiento a las madres que le acompañaban en el concierto.
“Es un buen momento para decir: Feliz día de las madres”, acompañó con sus mejores deseos para las mamás presentes al cantar “Eres toda una mujer” mientras las pantallas se inundaban de rosas y corazones.
Pero la velada aún no terminaba, siguieron “A mover el Cu”, y hubo un momento en que un pequeño niño subió al escenario enfundado en un traje de charro, le pidió al cantante poder acompañarlo con la canción “Yo no fui”, cosa que Pedro le cumplió y junto a su mariachi, cantó y bailó.
“Cómo te extraño mi amor”, “Que te ha dado esa mujer”, “Si nos dejan”, “Me cansé de rogarle”, y “El rey” intercalando canciones propias como “El último trago” y “Dime que sí” en las más de dos horas que duró su concierto.
Agradeció a todos los que lo han acompañado en estos 48 años de carrera, bromeó mucho, con el hecho de que siempre le dicen que se ve más pequeño, pero la voz se le quebró al tratar de dar las gracias, porque el público rompió en ovaciones, que lograron sacarle al cantante una lagrimita.
“Mi forma de sentir”, “Me encantas” y “Amarte a la antigua” se escucharon en las voces del público reunido, y cuando parecía cerrar con “Yo no fui” con un esquelético mariachi animado en pantalla, pero cediendo al grito del público de “una más”, y entonces, agregó “Canción mixteca”, “Viva México” y “Cielito lindo”, con banderas de la patria ondeando en la pantalla y el escenario.
