Guillermo Nieto
Estamos iniciando el 2023 y con él esperamos que se resuelva el proyecto de Ley sobre el tema de Cannabis que se encuentra detenido en la cámara de Senadores, de acuerdo con la agenda legislativa pendiente para este nuevo año será uno de los temas prioritarios; México es un país con un clima y un suelo únicos que es perfecto para cultivar cannabis. Esto significa que el país tiene un mercado potencial de hasta $ 2 mil millones.
Cuando el Senado de la República de México aprobó un proyecto de ley ambicioso para regular el mercado de cannabis de uso adulto, señaló un movimiento hacia un marco regulatorio más sólido para la planta. En 2020, se hicieron públicas una serie de regulaciones prometedoras, que no avanzaron.
El gobierno mexicano está tratando de reelaborar su legislación de legalización. Espera promulgar una ley que cree empleos en todo el país, reduzca la población carcelaria y mejore las condiciones para los agricultores empobrecidos. Se espera que los legisladores voten sobre la propuesta durante este año, debido a que han venido retrasando esta ley desde 2021.
Hasta hace poco, las actividades comerciales de cannabis eran ilegales en México. Desde 2019, la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió que la prohibición del consumo personal de cannabis es inconstitucional y ordenó al Congreso cambiar la ley antes del 31 de octubre de 2019, en 2021 se volvió a emitir una orden, sin embargo, hasta la fecha, el Congreso ha solicitado prórrogas a la Corte para resolver la inconstitucionalidad y aprobar la legislación correspondiente.
La Ley establece en este momento que la portación máxima permitida para uso personal e inmediato es de cinco gramos, puedes sembrar, cultivar, cosechar, preparar o poseer, esto con previo permiso para autoconsumo de cannabis autorizado por COFEPRIS.
La ley de salud general mexicana también permite la producción comercial, así como la importación de derivados de cannabis y la exportación de cannabis para uso medicinal, siempre y cuando se cumpla con el Reglamento de la ley general de Salud en Materia de Control Sanitario para la producción, Investigación y Uso Medicinal de la Cannabis y sus derivados Farmacológicos emitido en enero de 2021. Debido a las restricciones en las leyes, el país solo tiene un pequeño mercado para la cannabis recreativa y medicinal. En los últimos años, un número creciente de empresas privadas ha comenzado a producir productos de cannabis, aunque algunos siguen siendo ilegales y no cumplen con la regulación vigente.
Los senadores y diputados han tenido la oportunidad de revisar el proyecto de ley para legalizar el mercado de cannabis de uso adulto muchas veces y han incluido varios puntos para hacerlo más completo, sin embargo, no se han podido poner de acuerdo para aprobar en los mismos términos la Ley Federal para la regulación del Cannabis, que consta de 55 artículos. Los senadores han pedido el restablecimiento del Instituto Mexicano de Regulación y Control del Cannabis bajo el mando de la secretaria de Salud, que la cámara de diputados había eliminado. Su proyecto de ley se basa en gran medida en las experiencias de Canadá, Uruguay y Colombia.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López, Obrador, duda en avanzar con la legalización. Ha sugerido un referéndum nacional sobre el tema.
Hay legisladores a favor de la legalización como el senador Rafael Espino de la Peña quien expuso el año pasado que se continúa con el trabajo para integrar una legislación completa sobre el Cannabis, indico que el uso de cannabis para fines terapéuticos, industriales o lúdicos es un asunto de salud y seguridad públicas; de desarrollo económico; y de garantía de la libertad de decidir, de manera informada, sobre su consumo. Con datos del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas en San Lázaro, el senador compartió que, con la comercialización autorizada, según precios de esta planta en 2021, tendría un impacto recaudatorio estimado de más de $18,000 millones de pesos.
Por otro lado, también está la legislación del cáñamo, en 2022, la senadora Cora Cecilia Pinedo, indicó que su interés en la regulación del cannabis se ha centrado en los beneficios de una industria de uno de sus derivados: el cáñamo; donde su cultivo debe estar acompañado de una política integral para el desarrollo de esta industria, donde se pueden generar cadenas de valor y enormes beneficios para el combate a la pobreza de amplias regiones del país.
Si bien todavía no hay consenso sobre el tema, muchos mexicanos apoyan la despenalización. El país tiene un estimado de 75,000 trabajadores de cannabis que quieren poder ganarse la vida sin temor a ser arrestados.
Si el gobierno puede limpiar sus leyes de cannabis, puede cosechar dividendos significativos para la economía y la seguridad del campo. Un estudio reciente de New Frontier Data sugiere que el mercado puede crecer hasta $ 2.2 mil millones.
Según el estudio, México puede beneficiarse de un mercado de cannabis de uso adulto, que puede proporcionar fuentes de ingresos que impulsan la industria del turismo. Del mismo modo, un mercado que permite las ventas minoristas de derivados y productos de cannabis puede impulsar los ingresos fiscales y proporcionar una gama más amplia de productos de calidad para el público.
El proceso de legalización se ha visto obstaculizado por decisiones de los representantes en el ejecutivo, legislativo y judicial; legalizar cannabis podría resolver temas de salud pública, seguridad nacional, economía e implicaciones sociales, 2023 tiene que ser el año en el que el país avance.