Por: Marco A. Mares
El huachicol de combustible sigue siendo una pesadilla para el gobierno mexicano.
A pesar de que el expresidente Andrés Manuel López Obrador, en su administración, levantó el pañuelo blanco y declaró su erradicación, el huachicol de combustible es una realidad.
La novedad en torno al huachicol de combustible, no es su inocultable y superlativa existencia.
La noticia es que al marcar la ruta que sigue el huachicol fiscal, a través de un video que difundió la embajada de EU en México, implícitamente el gobierno de ese país, está reconociendo que es un problema que involucra a grupos de personas de aquella Nación.
Es positivo que Estados Unidos reconozca la participación de grupos de delincuentes en ese país, porque puede esperarse que impulsen, con mayor eficacia, el combate de las operaciones ilícitas, al interior de esa Nación.
En México, en el tránsito de un gobierno a otro, aunque se mantiene el mismo discurso retórico, en el sentido de que se atienden las causas y no se busca combatir violentamente, se han observado diferencias, en torno al combate al crimen organizado
En el gobierno de Claudia Sheinbaum se han registrado golpes espectaculares en contra de los cárteles de la droga, con el decomiso de toneladas de estupefacientes, detención y extradición de capos a Estados Unidos.
Y específicamente, en los últimos días hemos registrado noticias sobre impresionantes golpes al huachicol de combustible.
El secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, anunció recientemente el mayor decomiso de combustible de contrabando en lo que va del sexenio.
Hasta una refinería clandestina fue descubierta en días pasados.
En esta administración se han coordinado para combatir al huachicol, la Secretaría de la Defensa, la Guardia Nacional, la Fiscalía General de la República, y la Secretaría de Seguridad Pública.
En las últimas horas, a propósito del video sobre huachicol de la embajada de EU, la presidenta Sheinbaum declaró que combatirá el “huachicol fiscal” hasta las últimas consecuencias.
La mandataria subrayó el reconocimiento de la embajada de EU, a través del video del involucramiento de ese país.
Vale la pena subrayar que el gobierno mexicano ha avanzado en el combate contra los cárteles de las drogas y ha asestado fuertes golpes a los distintos tipos de huachicol de combustibles.
De acuerdo con cálculos no oficiales, en los primeros nueve meses de Sheinbaum los decomisos de combustibles superan los registrados en una década.
Sin embargo, el impacto económico sigue siendo una fracción de las pérdidas totales por huachicol.
Onexpo Nacional ha estimado que uno de cada 3 litros de gasolina distribuidos en México es de origen ilícito.
El cálculo incluye el combustible robado en ductos de Pemex y el combustible importado ilegalmente bajo esquemas de huachicol fiscal.
Las pérdidas para Pemex y para los ingresos gubernamentales son multimillonarias.
En el negocio negro están involucrados cárteles de las drogas, bandas locales, empresas importadoras, agentes aduanales, autoridades de distintos niveles y gasolineras.
El problema es sumamente complejo. El gobierno de México tiene un desafío inmenso por resolver. Pero también una gran oportunidad para aumentar y consolidar su legitimidad y trazar su propia ruta.
Del avance en el combate al huachicol, y en general a la delincuencia e inseguridad, depende, en mucho, la fortaleza del gobierno en funciones, internamente, pero también externamente, en su relación con nuestro principal socio comercial: Estados Unidos.
Es claro que en este sexenio, el combate a la delincuencia se está enfrentando de manera más clara y contundente. Ojalá logre avanzar hasta eliminarlo en su totalidad.