Mexicanos dejan de leer; población lectora desciende a 68.5%

En el último año tan solo 68.5 por ciento de la población alfabeta de 18 años y más, leyó libros, revistas, periódicos, historietas y páginas de internet.

La población lectora en México es de 68.5 por ciento, cifra más baja en siete años.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer los resultados del Módulo sobre Lectura 2023 en los que se advierte un descenso de 12.3 puntos porcentuales en la población mexicana que lee.

En el último año 68.5 por ciento de la población alfabeta de 18 años y más, residente en áreas urbanas del país, leyó libros, revistas, periódicos, historietas y páginas de internet, foros o blogs.

Dicho porcentaje contrasta con el 80.8 por ciento registrado en 2016.

Por sexo, los hombres leyeron más que las mujeres. Se identificó además que la población lectora disminuye conforme la edad avanza.

De los 18 a los 24 años, y de los 25 a los 34 años, ocho de cada 10 personas leen.

Los libros son el recurso más utilizado, toda vez que 40.8 por ciento de los encuestados señaló haber leído, al menos, un libro en los últimos 12 meses. El 37.7 por ciento mencionó leer páginas de internet, foros o blogs.

Un 23.6 por ciento leyó revistas; 18.5 por ciento periódicos y 6.1 por ciento historietas.

En promedio, la población lectora destina 42 minutos a dicha actividad, y el 82.2 por ciento se enfoca en ella, mientras que el 17.8 por ciento come, escucha música o camina mientras lee.

Respecto a la comprensión, la mayoría de la población lectora de 18 años y más declaró que comprende todo o la mayor parte de lo que lee.

Un 44.6 por ciento dijo leer por entretenimiento, en tanto que el trabajo o estudio, por cultura general, y motivos de religión, fueron otros motivos.

El Inegi detalló también que la lectura de libros en formato digital aumentó 13.8 por ciento entre 2016 y 2023, tendencia que creció durante la pandemia por COVID-19.

La población no lectora, por su parte, declaró no haber recibido estímulos suficientes para la lectura durante la infancia, como ser llevado a la biblioteca o librerías, que sus padres o tutores leyeran, o no tener libros de distintos textos en casa.

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