Tras el encarecimiento de la construcción y la falta de subsidios en los créditos, la generación de viviendas se ha visto afectada.
En Nuevo León, el registro de vivienda económica tuvo su peor caída en 2022, con una disminución del 52.6% en comparación con 2021. Aunque en 2023 se recuperó un 6.54%, sumando un total de 11,365 viviendas tanto en espacios verticales como horizontales, de enero a agosto solo se han registrado 8,598 registros de ese segmento de vivienda, de acuerdo con el Registro Único de Vivienda (RUV).
Cabe destacar que en 2014 se registró el mejor año para los diferentes rubros de vivienda económica, con 58,759 unidades. Sin embargo, un año antes de la pandemia, la construcción comenzó a desacelerar, con 16,978 unidades en 2019, lo que representó una disminución del 34% respecto a 2018.
El acceso a la primera vivienda para una pareja joven, personas que están comenzando a trabajar ha aumentado considerablemente en precio. Adquirir una casa requiere un enganche, un anticipo, y un compromiso de crédito, comentó Antonio Elosúa González, presidente del Comité Ejecutivo de U-calli y expresidente de Canadevi Nuevo León.
Explicó que los costos de construcción han aumentado alrededor del 10% anual en los últimos tres o cuatro años. Si los salarios no crecen al mismo ritmo, los compradores potenciales no pueden adquirir la misma vivienda que antes podían alcanzar con sus ingresos.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los precios de la vivienda económica (básica) van desde los 389,000 hasta los 463,000 pesos. Otras categorías, como la B.1 Popular y la B.2 Popular, tienen precios que oscilan entre 422,000 y 584,000 pesos, mientras que la vivienda tradicional puede llegar a costar 1 millón 155,186 pesos.
Para hacer una comparación, en 2006 el segmento de vivienda económica (básica) representaba el 22% del RUV; en 2013 cayó al 10%, y para 2024 sólo representa el 1.04% indica el Registro Único de Vivienda.
“Es necesario ofrecer alternativas, como condominios o departamentos, para darle acceso a este segmento de la población”, añadió Elosúa.
Además, los costos notariales suman otros 10,000 pesos, lo que complica aún más que los jóvenes puedan hacer su primer pago, explicó Elosúa.