El cantante Paul McCartney, visitó por primera vez la ciudad de Monterrey, esto como parte de su gira “The Got Back”; siendo el Estadio de los Rayados el escenario donde congregó a 49 mil personas que disfrutaron de una noche mágica.
El concierto inició pasadas las 21:40 hrs, cuando el exintegrante de “The Beatles”, tomó el escenario acompañado de sus músicos, ante gritos eufóricos y emocionados por escucharlo, inició con “Hard days night”.
A pesar de que hubo un retraso debido a problemas electrónicos en los accesos, el público se mantuvo ambientado esperando a la estrella, que continuó el show con “Junior’s farm”.
McCartney hizo gala de su presencia y magia para encantar al público presente, logrando enloquecerlos al hablar un poco en español ante los gritos eufóricos del público, que le agradeció el esfuerzo al británico.
“Hola México. Buenas noches mis regios. Qué habido raza. Son geniales, hagamos una fiesta”, expresó Paul.
“Letting go”, fue el tema siguiente mientras tres músicos tocaban sus instrumentos de viento a un costado del escenario entre el público.
“Muchas gracias. Está con madre estar aquí”, dijo nuevamente en español, dijo previo a cantar “Drive my car”.
La estrella dio muestra de su sencillez, al interactuar en la mayor parte del espectáculo con el público en español.
“Esta noche voy a tratar de hablar un poquito de español”, comentó McCartney para seguir con “Got to get you into my life” y “Come on to me”.
Todo el público gritó a una sola voz “Oe oe oe sir Paul”, que retumbó en todo el estadio para continuar con otro de sus más grandes éxitos “Let me roll it”.
Entre el público se encontraban familias completas portando playeras con el rostro del artista o con el nombre de la gira “Got back”, todos coincidiendo que serían parte de un día histórico.
“Escribí esta próxima canción para mi hermosa esposa Nancy que está entre nosotros”, dijo el artista previo a interpretar “My Valentine” mientras tocaba el piano.
Los buenos recuerdos no se hicieron esperar y tocó el turno de interpretar los temas de la legendaria banda “The Beatles”.
“Gracias que chido. Ahora vamos a regresar el tiempo. Esta es la primera rola que cantamos los Beatles”, dijo Paul para interpretar “In Spite of All the danger”.
El viaje por los temas que convirtieron en un hit mundial siguieron, uno de ellos “Love me do”, que el público no dudó en cantarla junto a la estrella.
“Esta canción la escribí para mi muy querido compa”, dijo previo a cantar “Here today”, que le dedicó a John Lennon.
Siguió el turno de “Now and then”, mientras eran proyectadas imágenes del cuarteto de Liverpool en las tres pantallas que fueron colocadas en el escenario. “Gracias y gracias a John por escribir esa canción”, comentó al finalizar.
Paul no dejó de agradecer el cariño que le brindaron en Monterrey al terminar cada una de sus canciones. “Esto está chingón”, expresó en español.
“Esta se la dedico a mi carnal George”, comentó para cantar “Something”, el primer tema que compuso el fallecido artista, proyectando algunos momentos junto a él y siendo una de las canciones más coreadas.
Paul invitó a una pareja a subir al escenario, misma que se comprometió y no evitaron brincar de emoción al tener como testigo a una leyenda de la música a nivel mundial.
El estadio se convirtió en una gran fiesta al escucharse éxitos como “Ob-La-Di, Ob-La-Da”, “Band on the run” y “Get back”.
Siguió el turno de “Let it be”, una de las canciones más esperadas. Al terminar Paul alzó los brazos y mandó besos a su público.
Un impactante show de pirotecnia y láser lo acompañó en “Live and let die” y seguir sin duda con uno de los momentos cumbre de la noche: “Hey Jude”, que fue coreada por las más de 60 mil voces presentes.
El artista de 82 años abandonó el escenario para regresar ondeando la bandera de México y cerrar con broche de oro interpretando “Five got a feeling”, acompañándose de la voz de John Lennon, mientras se proyectaba en video el músico y desatando los gritos del público.
“Birthday”, “Helter skelter” y “Golden slumbers” fueron los temas con los que concluyó una noche con lluvia que se dejó caer hasta el final.