VIEJAS CENTRALES OBRERAS ¡UN FRAUDE!

Este primero de Mayo solo quedaron legitimados el 20% de los Contratos Colectivos de Trabajo que existían en México, es decir, el 80% eran de protección.

La reforma laboral ya ha empezado a transformar al sindicalismo mexicano. Una nueva ola de organizaciones independientes se alzan, como pasó en otros momentos de la historia de nuestro país.

Esta semana concluyó un proceso de cambio de seis años para poner en marcha nuevas reglas de democracia sindical, negociación colectiva y justicia laboral en el país. Éste inició en 2017 con una reforma constitucional, siguió en 2019 con cambios a la Ley Federal del Trabajo (LFT) presionados por el T-MEC y terminó con un periodo de transición de implementación de cuatro años que se prolongó hasta el 1 de mayo del 2023.

Las nuevas reglas están impulsando una recomposición del movimiento sindical en México. Qué tan profundo y extenso será, depende de varios elementos, como la actuación de las autoridades; de hecho, estamos en una nueva era del derecho del trabajo y del sindicalismo en México, en la cual solo quedaron legitimados el 20% de los Contratos Colectivos de Trabajo que existían en México, es decir, el 80% eran de protección y, con ello, quedó de relieve que las viejas centrales obreras eran un fraude.

En México, 12.7% de las personas con un trabajo subordinado están sindicalizadas. Eso quiere decir que un poco más del 87% no cuenta con la estabilidad y seguridad laboral que le otorga un contrato colectivo de trabajo (CCT), ni la protección de un sindicato.

Hay que advertir que una gran parte de las legitimaciones han sido simuladas. Se ha permitido abiertamente a las viejas centrales corporativas, como la Confederación de Trabajadores de México (CTM) realizar consultas simultáneas e incumplir la ley.

Y este 1 de mayo terminó el plazo para legitimar los contratos, menos del 20% de los CCT fueron puestos a consulta y aprobados.