En nueve meses murieron 962 personas en situación de calle en México; CDMX encabeza los decesos

En México, la principal causa de muerte en personas en situación de calle son los incidentes de tránsito y agresiones de particulares; en 91% de los casos no recibieron atención hospitalaria, denuncia colectivo.

Entre noviembre de 2022 y septiembre de 2023, 962 personas en situación de calle murieron en el país. La mayoría de los decesos (158) ocurrieron en la Ciudad de México, donde, de acuerdo con los casos documentados por la asociación El Caracol, las muertes de poblaciones callejeras subieron con respecto al año previo, en el que se registraron 91.

Los datos, recabados por El Caracol mediante la campaña Chiras Pelas 2023, muestran que en la Ciudad de México la principal causa de los fallecimientos fueron las agresiones por parte de particulares (20), incidentes de tránsito (19), consumo de sustancias (17), riñas entre personas de poblaciones callejeras (13), hipotermia (10) y suicidios (10).

A nivel nacional, la principal causa de muerte fueron los incidentes de tránsito (236), seguidos de las agresiones de particulares (113), hipotermia (60), consumo de sustancias (51) y riñas (37). También se registraron 28 fallecimientos asociados a enfermedades cardiacas y 23 suicidios.

Luis Enrique Hernández, director de El Caracol, comentó en entrevista que en el 91% de los casos que registraron este año encontraron que las personas fallecidas no llegaron a tener atención hospitalaria: “Murieron en la calle, no tuvieron atención preventiva ni acceso a tratamientos, lo que nos parece grave, porque por años hemos denunciado la falta de programas de atención para esta población, y a nivel nacional vemos que hay una ausencia todavía”.

Entre 2018 y 2023, la asociación ha documentado 3 mil 599 muertes en calle, entre las que se encuentran 3 mil 146 personas en calidad de desconocidas, quienes tienen como destino escuelas de medicina -donde sus cuerpos son utilizados con fines de investigación- o la fosa común.

Desde hace 20 años la asociación realiza la campaña para registrar las muertes de personas en situación de calle a través del monitoreo de notas periodísticas y brigadas que recorren distintas zonas de la Ciudad de México para dialogar con poblaciones callejeras sobre sus compañeros fallecidos y prevención de situaciones de riesgo.

Gracias a este trabajo, la asociación ha podido documentar también la discriminación que viven las personas en situación de calle, que en ocasiones se traduce en acciones de limpieza social que pueden llegar a provocar su muerte.

A ello se suma la falta de políticas públicas enfocadas en mejorar la vida de las poblaciones callejeras, lo que a su consideración “muestra el abandono del Estado que deriva en la muerte social, porque al no apoyarlas destina a estas personas a morir, se les niega la posibilidad de tener una vida digna y que tengan un proyecto fuera de las calles”.

Entre 2022 y 2023, El Caracol documentó 22 casos de “limpieza social” en el país, en los que autoridades de distintos estados realizaron acciones para desalojar de manera violenta a personas de poblaciones callejeras, de los cuales 14 ocurrieron en la Ciudad de México.

Como parte de su trabajo a favor de las poblaciones callejeras, la asociación colabora con la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) para identificar e intentar recuperar los cuerpos de personas que han fallecido en situación de calle, y que al no contar con documentos de identidad ni familiares que los reclamen son enviados a la fosa común.

Gracias al cruce de información entre la asociación y las bases de datos de personas fallecidas no identificadas de la CNB, este intercambio de datos ha permitido identificar a personas que se encontraban reportadas como desaparecidas, y que en realidad fueron enviadas a la fosa común porque las autoridades no realizaron labores para ubicar a sus familias.

Sobre el trabajo a favor de la vida digna de las poblaciones callejeras, Hernández indicó que es necesario que las autoridades de los distintos niveles de gobierno planteen acciones en las que incluyan a la sociedad civil organizada, en vez de cerrar el diálogo con quienes por años han dedicado su labor a atender esta problemática.