Por Luis Pinal Da Silva
Hay algo muy claro en México, que siguen las amenazas, ejecuciones y atentados, al igual que renuncias de aspirantes y candidatos a cargos de elección estatal, por los amagos y directos golpes de parte de grupos criminales, lo que hace pensar que ello acabará por obligar a cancelar elecciones en no pocos distritos.
Y mientras ello acontece, los tres candidatos presidenciales desaprovecharon la oportunidad para dar un paso contundente para lograr el triunfo el 2 de junio. El debate, el primero de tres que habrá, resultó tan malo como la organización del Instituto Nacional Electoral.
Y es que el ejercicio derivó en ataques y acusaciones personales que en propuestas entre Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez; fueron las casi dos horas del debate entre ambas candidatas presidenciales, con un Jorge Álvarez Máynez, que pareció mero testigo presencial, en un choque verbal entre ellas, tal y como se esperaba.
Si bien ninguna se quedó con nada de las tarjetas, notas y carteles que llevaron para ese encuentro, la repetición de denuncias que una y otra vez se hicieron públicamente como lo han hecho a lo largo de las campañas durante sus recorridos por la mayoría de las entidades federativas, dejó ver que no había propuestas tangibles, congruentes, coherentes y hay que decirlo abiertamente, con ocurrencias no se puede gobernar un país como México.
A las denuncias presentadas en sus recorridos por el país por parte de las dos principales candidatas de las coaliciones Sigamos Haciendo Historia y Fuerza y Corazón por México que buscan suceder al Presidente Andrés Manuel López Obrador se sumaron calificativos de “mentirosa y corrupta” de Sheinbaum a Xóchitl y de “negligente criminal”, en el que abundaron referencias al “Cártel inmobiliario”, contratos millonarios ilícitos ilegales y promesas incumplidas.
Para colmo, en los “posdebates” televisivos, tanto la ex jefa de Gobierno como la hidalguense tuvieron que responder a más acusaciones en su contra por parte de algunos invitados a repetir lo expuesto minutos antes.
Pero hay algo que no puede ocultarse, y es el hecho de que más allá de la parafernalia de Morena queriendo hacer creer al noble pueblo de México que ganó Sheinbaum, en las redes sociales e, incluso, en algunas encuestas, el triunfo fue de Xóchitl Gálvez.
Se habla de que el posdebate resulta incluso un mejor termómetro de lo que piensan los mexicanos, y en ese va ganando de calle la hidalguense.