Por Luis Pinal Da Silva
El Frente Amplio por México (FAM) sale robustecido con la determinación de ungir como única candidata a Xóchitl Gálvez Ruíz, la hidalguense que ha puesto en jaque a Andrés Manuel López Obrador.
La decisión del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Alejandro Moreno, Alito, de enfocar su respaldo hacia Xóchitl Gálvez era de esperarse, toda vez que Beatriz Paredes, si bien dueña de una retórica imponente, resulta tan anticlimática como Claudia Sheinbaum a más de ser considerada, políticamente hablando, como un artilugio para permitir a Morena seguir en la Presidencia de la República.
Muchos consideran que la declinación del PRI a favor de la panista, fue una tomadura de pelo, pero quizá con ello se ha zanjado un grave problema, con sus secuelas de desprestigio, de una convocatoria para un máximo de tres millones de ciudadanos convocados pero con muchas dificultades logísticas para sufragar.
Dos casillas para cada uno de los 300 distritos son muy pocas y obligarían a millares a gastar muchos recursos y tiempos en el traslado para expresar su preferencia en alguno de los 600 centros de votación hacia Xóchitl o Beatriz.
A ello debe sumarse el que Morena, el Presidente y su séquito de seguidores, irían a votar el domingo con la intención de inclinar la elección a favor de la priísta, ya que la ven como una rival fácil de vencer.
Pero hay otro dato importante, para la muina del Presidente: Xóchitl Gálvez ha iniciado negociaciones con Movimiento Ciudadano (MC) y sus principales cuadros, incluido el eterno dirigente Dante Delgado, en busca de una alianza.
Los acercamientos van avanzados con varias alas de ese partido, en especial con la disidencia encabezada por el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, con quien está sellada la alianza.
No se pueda ya dar por hecho esta alianza, y sobre todo para llamarla así porque no se sabe si habrá suma oficial o solamente con acuerdos, para muchos conocida como de facto y para otros como coalición
Será un largo camino sobre todo porque Dante insiste en su discurso oficial de ir solo y en los avances entrarán candidaturas para los demás cargos: gubernaturas, senadurías, diputaciones, alcaldías…
Y Xóchitl se encontrará valladares aun en los partidos aliancistas porque Alejandro Moreno (PRI), Marko Cortés (PAN) y Jesús Zambrano (PRD) querrán ser mano para sus estructuras y sus dedazos.
A la hidalguense no le cabe duda:
O ponemos candidatos competitivos o perdemos la lucha en egoísmos.
Pero también en Morena hay fallas grandes, ya que la encuesta inició con todos los errores posibles a causa del desorden encabezado por los dirigentes Mario Delgado y Alfonso Durazo, presidentes del partido y del Consejo Nacional respectivamente.
Los dos mil 100 representantes de las seis corcholatas tuvieron problemas, protestaron sin recibir agilización y confiabilidad y así lo hicieron saber a sus representados.
El retraso de acreditaciones y la visita a encuestados sin informarles impidió su presencia para dar fe y en muchos casos solamente acudieron los enviados por Claudia Sheinbaum.
Un tuit de Marcelo Ebrard refleja todo:
“Muy preocupado por el gran desorden en el levantamiento de la encuesta esta mañana. Todo mi respaldo a Malú Micher y a Martha Delgado quienes están (desde ayer y toda la noche) tratando de ayudar al éxito del proceso y a resolver los severos problemas que han ocurrido…”.
Así el panorama rumbo al 2024 que promete ser una elección que defina el rumbo de un país que se ha manejado al antojo – o capricho – de un solo hombre.