La tapatía aseguró que el sentimiento que experimentó al coronarse frente a su gente fue muy distinto a cualquier otro.
La historia de la halterista Mariana García en el levantamiento de pesas comenzó como cualquier otra, una niña que busca un deporte pasar las tardes y en esas jornadas vespertinas va descubriendo un mundo nuevo, hasta que el hobby deja de serlo y se convierte en una forma de vida.
La tapatía revalidó en su tierra, en Guadalajara, su condición de promesa al consagrarse como campeona mundial juvenil en la categoría de los 71 kilogramos.
El carácter de García, ese mismo que le permitió mantenerse en una disciplina que le decían “era un deporte de hombres”, la llevó a lo más alto durante la celebración del Campeonato Mundial de Levantamiento de Pesas, en su natal Guadalajara, la tierra que la vio crecer. La mexicana conquistó la medalla de oro en arranque, en envión y en el total, en un dominio absoluto de la prueba.
García comenzó fuerte en el arranque al levantar 91 kilogramos en su primer intento, posteriormente, la atleta de 20 años fue capaz de llevar el registro hasta los 93 kg.
A pesar de que buscó elevar la cuenta a los 95, sin conseguirlo, el peso anterior fue suficiente para asegurar la presea dorada, en una férrea lucha con la polaca Martyna Dolega y la tailandesa Phattharathida Wongsing, quienes completaron el podio con registros de 93 y 92 kg.
En el envión, García volvió a mostrarse dominante al levantar en su primer intento un total de 119 kilogramos. La mexicana aún fue capaz de elevar el peso a los 123 en su segundo intento y buscar, en un alarde de fortaleza, los 126 kg. A pesar de no conseguirlo, nadie le hizo sombra y la tapatía se llevó el oro, por encima de Wongsing y la representante de China Taipei Hsin Ning Chen, con pesos de 116 y 115 kg, respectivamente.
La mexicana, de manera lógica, también se llevó la presea dorada en el total, al sumar 216 kilogramos. El podio fue completado por Wongsing y Dolega, con totales de 208 y 204 kilogramos.
El aplastante dominio de García encendió los ánimos del público al grado de darle vida al tradicional Cielito lindo. La bandera tricolor brilló en lo más alto del podio por segunda ocasión en este Campeonato Mundial, tras el oro conseguido por el campechano José Poox.
La mexicana valoró el hecho de haberse consagrado en casa. Apenas hace algunos meses García se coronó en el Panamericano de Colombia, pero nada se compara con hacerlo frente a su gente.
“Gané medallas en otros eventos, pero aquí con mi gente, cantando el himno fue muy emocionante y muy emotivo”, dijo García después de posar para decenas de fotos con familiares, amigos y compañeros de equipo”, dijo García, en declaraciones a la IWF.
“Cuando me enteré que estos Campeonatos se realizarían en Guadalajara era un día normal de entrenamiento aquí en este gimnasio, hace como un año. Me emocionó mucho saber que competiría en un Campeonato Mundial frente a mi propia gente”, agregó la tapatía.