-El pelotero señaló que ellos fueron claves en su desarrollo físico y técnico.
El jardinero de los Marineros de Seattle de la MLB, Randy Arozarena, continúa demostrando que es una persona agradecida; en su más reciente viaje a Yucatán protagonizó un emotivo gesto de gratitud, al entregar dos vehículos último modelo a quienes considera pilares fundamentales en su crecimiento deportivo: Carlos Pérez Fernández y Edwin Solís Ballote, mejor conocido como “Sensei”.
Ambos fueron sus entrenadores personales, además de piezas clave en el desarrollo físico y técnico del pelotero durante etapas decisivas de su trayectoria.
Ya lo había expresado de manera pública Arozarena, meses atrás, de que tenpía el dese de recompensar a las personas que impulsaron su carrera si lograba consolidar una gran temporada en las Grandes Ligas.
Fiel a su palabra y tras cumplir sus objetivos en el diamante, regresó a tierra yucateca para materializar esa promesa. La entrega de los autos tomó por sorpresa a Pérez y Solís, quienes no ocultaron su emoción ante el significativo reconocimiento.
Carlos Pérez Fernández ha acompañado al outfielder en distintos ciclos de preparación, contribuyendo a su fortaleza física y disciplina, mientras que Edwin “Sensei” Solís ha sido un referente en su entrenamiento técnico y mentalidad competitiva. Ambos coincidieron en que el éxito de Arozarena es el resultado de años de esfuerzo, constancia y una profunda determinación.
El gesto del pelotero ha causado admiración en la comunidad beisbolera de Yucatán, donde Arozarena mantiene una fuerte conexión desde sus inicios. Su acto no solo destaca por la generosidad, sino por el simbolismo que encierra, reconocer a quienes estuvieron detrás de su ascenso al máximo nivel del béisbol mundial.
Con esta acción, Arozarena reafirma la imagen que lo ha acompañado a lo largo de su carrera, la de un deportista que, pese a brillar en la élite del deporte internacional, no pierde de vista sus raíces ni el valor de quienes lo han respaldado.
Para muchos aficionados y colegas, el jardinero se consolida como un ejemplo de humildad, lealtad y agradecimiento dentro y fuera del terreno de juego, demostrando que el éxito tiene un mayor significado cuando se comparte con quienes fueron parte del camino.
