Por Helga Kauffman
No cabe duda que cuando se es ladino, ladino serás por siempre. Y ello le ciñe en forma más que perfecta al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien llegó a máxima magistratura del país con base a engaños.
Y ahora, en el ocaso de su administración, deja ver su rostro real, el de un ser rencoroso, soberbio, avinagrado, desafiante y zafio y sin importarle en lo absoluto las leyes, las reglas, decide enviar un paquete de iniciativas constitucionales y legales.
Ello evidentemente generó desconcierto en el ámbito político por presentar una propuesta de reformas a menos de 100 días de concluir su administración.
Así, hay que atender al hecho de que no tiene posibilidad real de contar con los votos para alcanzar en esta legislatura la aprobación del proyecto oficialista de restablecer el régimen de partido único y cancelar la autonomía de los poderes legislativo y judicial.
Cierto, López Obrador cuenta con una gran capacidad política y de comunicación y este proyecto de reformas, no cabe duda que es una de sus estrategias.
Por las mañanas, Luisa María Alcalde, está realizando la explicación con palitos y bolitas de cada una de las iniciativas y claramente se tiene el objetivo de atacar los poderes, como la propuesta de elegir a los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y así, una a una.
En la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, coordinador de la fracción de Morena, propuso a la Junta de Coordinación Política el calendario para analizar las 20 iniciativas del presidente López Obrador. Por el momento, no cuenta con la mayoría calificada y es un hecho que en el último año de la LXV legislatura no le podrán dar resultados al inquilino de Palacio Nacional.
Está claro, que los Foros por coincidencia se estarán realizando en plena campaña presidencial y le permitirá al ejecutivo ser parte del proceso electoral, obvio que la oposición no está por aprobar las iniciativas.
Pero en su momento, Movimiento Ciudadano, pidió que ya subieran las iniciativas, porque algunas las acompañaría, sin resultados.
Para el presidente López Obrador el escenario de reformas constitucionales le sirve para intervenir en el proceso electoral y para dejar a su candidata Claudia Sheinbaum Pardo, la ruta crítica de lo que debe ser su gobierno.
Es más que evidente que para él no hay otro resultado que en junio Morena y aliados ganarán la elección presidencial. ¿Y si ello no ocurre?