-Las redes sociales son terreno para atraer jóvenes hacia actividades delictivas. Seducir, aislar e incorporar a call centers es la línea de operaciones
Las plataformas que usan los jóvenes para socializar se han convertido en el principal terreno de caza de redes delictivas que buscan desde sicarios hasta operadores de fraude.
Así lo señala Norberto Maldonado, presidente de la Fundación Kooltivo y experto en tecnología, quién menciona que los reclutadores criminales no se esconden: usan influencers, retos virales, ofertas de trabajo y mensajes privados para normalizar la vida delictiva y atraer a quien busca dinero, estatus o pertenencia.
Esta estrategia criminal es hoy industrial: primero seducen, luego aíslan y finalmente incorporan a la cadena, ya sea para violentar las calles o para operar call centers dedicados al robo de datos y la extorsión, lo que permite ampliar su base operativa con un riesgo menor y un alcance nacional.
De acuerdo a datos oficiales, los estados de Baja California, Colima, Chihuahua, Ciudad de México y el Estado de México figuran entre las entidades con mayor número de casos reportados de reclutamiento de menores y jóvenes, y que se atribuye a la confluencia de presencia de grupos delictivos, altos niveles de violencia y vacíos económicos que hacen atractivas las “ofertas” fraudulentas en línea.

El cibercrimen es ya una economía de gran escala; solo el informe anual del IC3 del FBI registró en 2024, 859 mil 532 denuncias con pérdidas reportadas por alrededor de 16.6 mil millones de dólares, lo que ilustra la sofisticación y la escala del fraude digital que, indirectamente, se alimenta de procesos de captación online.
“Si el reclutamiento digital alimenta esa maquinaria, estamos hablando de un problema que es global, trasnacional y que termina golpeando a comunidades y familias en México y el mundo”, subraya Maldonado.
Y es que se ha documentado varios episodios, en donde la propaganda virtual desembocó en violencia física: en 2025 la fiscalía federal documentó un rancho en Teuchitlán, Jalisco, utilizado como centro de operaciones y entrenamiento; un eslabón que conecta anuncios en redes con centros de instrucción y, en ocasiones, con desaparición y asesinato, lo que mostró cómo la captación en línea puede convertirse en un paso hacia la violencia tangible.
Ante ese panorama propone medidas prácticas y urgentes en tres niveles: individuales, empresariales y públicos. Para ciudadanos y familias recomienda acciones básicas como activar verificación en dos pasos; limitar la visibilidad de perfiles y contenidos; desconfiar de ofertas que pidan datos bancarios o transferencias antes de una contratación formal; contrastar vacantes con la empresa emisora; y denunciar cuentas sospechosas en las plataformas y ante las autoridades.

En el plano empresarial exige a las plataformas detectar patrones de captación, remover contenido que facilite reclutamiento y colaborar con la investigación mediante protocolos claros para entrega de metadatos bajo orden judicial. En lo público reclama fiscalías especializadas, inteligencia digital y un registro nacional de denuncias electrónicas que permita trazar redes de captación.
Y hace un llamado al gobierno: “No basta con cierres esporádicos de cuentas, campañas informativas o comunicados, hace falta inteligencia digital sostenida, fiscalía especializada con ‘ciberdientes’ y protocolos que obliguen a las plataformas a entregar información oportunamente y que permita perseguir a los ciber delincuentes.
Y es que, señala, como prioridades de política pública Maldonado plantea: creación inmediata de un registro nacional de denuncias electrónicas para obtener trazabilidad de actividades ciber delictivas y llegar hasta su origen; capacitación obligatoria para docentes y padres en alfabetización digital; unidades de atención psicológica y de reintegración para jóvenes rescatados, así como acuerdos legales que obliguen a plataformas a actuar con mayor transparencia y rapidez ante patrones de reclutamiento.
“Si no actuamos juntos la respuesta será siempre fragmentaria y los jóvenes seguirán encontrando puertas abiertas hacia la delincuencia con sólo un click”, concluye.

 
 
 
















