Para fomentar un diálogo intercultural entre asociaciones de médicos tradicionales de Brasil, Colombia, México y Perú, la Sala de Asuntos Indígenas SAI del Poder Judicial del Estado de México llevó a cabo la Mesa de Trabajo sobre la defensa de los derechos de los pueblos indígenas en el uso de las plantas sagradas en la medicina tradicional.
Encabezado por el Magistrado Mario Eduardo Navarro Cabral, Presidente de la SAI, en el encuentro se conocieron experiencias de grupos mazahuas, otomíes, huicholes, kamëntsá, putumayos, entre otros, sobre el uso ceremonial y terapéutico de algunas plantas en la salud comunitaria.
Algunos temas abordados fueron “Protección de la biocultura y uso de la ayahuasca como medicina integrativa en Perú”, “Avances y retos en la protección de los derechos de los pueblos indígenas en el uso de yage/ayahuasca en Colombia”, “El uso ceremonial de plantas sagradas y enteógenos naturales en la salud comunitaria” y “Contexto legal y regulación en el uso de plantas sagradas”.
Navarro Cabral expresó que México avanza en el reconocimiento de los grupos indígenas, de la medicina tradicional y el robustecimiento de normas; citó la reforma al artículo 2º de la Constitución que establece la existencia y el derecho a la libre autodeterminación de los pueblos originarios, así como el poder espiritual de las personas.
Acompañado por la Magistrada Ledit Becerril García, integrante de la sala, Navarro Cabral destacó que solo existen dos organismos de esta naturaleza en el país, por lo que es importante que la entidad mexiquense sea artífice de este tribunal que trabaja con el principio de pluralismo jurídico.
Óscar Martín López Fernández (Lobo Blanco), Médico tradicional y Director de Momopochtia, planteó la necesidad de que los pueblos indígenas puedan ejercer libremente sus cultos, pues históricamente han sido sometidos por un poder económico y religioso, así como deben tener un espacio adecuado para seguir desarrollando la investigación en medicina.
Walter López López, Presidente de la Asociación Shipibo Konibo ASOMASHK de Perú, que integra a 180 médicos ancestrales de 176 comunidades y de diferentes líneas del conocimiento, compartió que se encuentran en el proceso de llevar su medicina tradicional a otro nivel para tener el libre tránsito en su uso, así como se realiza investigación con una institución a fin de demostrar que su medicina no es alternativa sino integrativa. Lamentó que en el mundo globalizado siga considerándose al peyote solamente una droga.