FBI INVESTIGA SECUESTRO DE OTRA CIUDADANA ESTADOUNIDENSE EN MÉXICO, AHORA EN COLIMA

Autoridades de EEUU buscan a María del Carmen López, ciudadana estadounidense, quien fue secuestrada el 9 de febrero de 2023 en su residencia, en Pueblo Nuevo, Colima, México.

A menos de un mes del secuestro de cuatro estadounidenses en Tamaulipas, México, el FBI informó este jueves que busca a una ciudadana estadounidense secuestrada en el estado de Colima.

“La Oficina de Campo de Los Ángeles de la Oficina Federal de Investigaciones solicita la ayuda del público para localizar a María del Carmen López, ciudadana estadounidense, quien fue secuestrada de su residencia en Pueblo Nuevo, Colima, México, el 9 de febrero de 2023”, se lee en un póster difundido por el FBI.

Además, la oficina del FBI en Los Ángeles ofrece una recompensa de 20,000 dólares por información sobre el secuestro en México el mes pasado de la ciudadana estadounidense vinculada al sur de California.

María del Carmen López, de 63 años, fue secuestrada de su residencia en Pueblo Nuevo, Colima, el 9 de febrero, dijo el FBI en un comunicado de prensa. No se revelaron las circunstancias.

De acuerdo con la descripción ofrecida por el FBI en su ficha de búsqueda, López mide 1.70 metros, pesa unos 65 kilos, tiene el pelo rubio y los ojos marrones y lleva tatuado permanentemente un delineador de ojos.

El FBI dijo que López, quien nació en México pero tiene la ciudadanía estadounidense, tiene familia en los condados de Los Ángeles y Riverside y viaja a menudo entre México y el sur de California.

El pasado viernes 3 de marzo, en Matamoros, Tamaulipas, cuatro estadounidenses fueron secuestrados por la célula de un cártel de la droga mexicano, que asesinó a dos de los norteamericanos que acudieron a México en una camioneta.

Tras una intensa búsqueda por parte de las autoridades mexicanas, los cuatro estadounidenses fueron encontrados cuatro días después en una choza de madera, vigilada por un hombre que fue detenido, en una zona rural al este de Matamoros, según informaron las autoridades locales.

Los cadáveres de Zindell Brown y Shaeed Woodard fueron llevados a la morgue de Matamoros para realizar trabajos forenses, mientas los sobrevivientes fueron trasladados a Brownsville, Texas, en un convoy de vehículos escoltados por Humvees militares mexicanos y camiones de la Guardia Nacional.