El despliegue se mantendrá en los próximos meses, mientras las autoridades estadounidenses evalúan su impacto en la seguridad de la región.
Se ha generado inquietud y alarma entre la comunidad migrante y defensores de derechos humanos en la ciudad fronteriza de Ciudad Juárez, Chihuahua, después de que comenzara el despliegue de vehículos blindados ‘Stryker’ del Ejército de Estados Unidos en la frontera con México
Las autoridades estadounidenses aseguran que la medida refuerza la seguridad fronteriza, líderes locales del lado mexicano consideran que el mensaje implícito es de intimidación tanto para migrantes como para grupos criminales.

El director del albergue El Buen Samaritano, el pastor Juan Fierro García, expresó su preocupación sobre la presencia militar en la zona y el impacto que puede tener en quienes intentan cruzar la frontera en busca de asilo.
Señaló que este despliegue se puede ver como un mensaje subliminal hacia las personas para causar cierto temor y que no ingresen a Estados Unidos, y no únicamente a ellos, sino también a los grupos criminales

Cuestionó si esa vigilancia existe en toda la frontera norte de Estados Unidos con México, o nada más es en algunos lugares como para llamar la atención.
La instalación de estos vehículos en la frontera de Texas con México es parte de un operativo conjunto entre el Departamento de Defensa de EU y la Patrulla Fronteriza. Claudio Herrera Baeza, integrante del sector de El Paso de la Patrulla Fronteriza, explicó a medios mexicanos la medida y señaló que es una muestra de la cooperación entre distintas agencias de seguridad al precisar la colaboración entre el Departamento de Defensa de los Estados Unidos y la Patrulla Fronteriza.

Herrera Baerza señaló que más de 200 vehículos blindados han sido desplegados en la región y existe la posibilidad de que lleguen más. Sin embargo, no precisó cuántos efectivos militares participan en el operativo.
El operativo se enmarca dentro de un reforzamiento general de la vigilancia fronteriza, que en semanas recientes incluyó la autorización a la Guardia Nacional de Texas para realizar detenciones de migrantes.

Pero esta medida es muy criticada por activistas y líderes religiosos que advierten sobre el riesgo de violaciones a los derechos humanos.
Han agregado que este tipo de medidas refuerzan un ambiente de miedo entre los migrantes, quienes ya enfrentan dificultades en su tránsito por México y en su intento por cruzar hacia Estados Unidos.

Los albergues en Ciudad Juárez siguen recibiendo a cientos de migrantes que esperan una oportunidad para ingresar legalmente a Estados Unidos. Según el pastor Fierro García, en su refugio se encuentran actualmente 50 personas en espera de un nuevo proceso migratorio.
Para las autoridades estadounidenses, la disminución en el flujo migratorio reciente es una señal de que las medidas de control están funcionando.

Los datos brindados por la Patrulla Fronteriza, mencionan que los encuentros diarios con migrantes en el sector de El Paso han bajado a un promedio de entre 40 y 50 personas, en comparación con las 100 a 150 diarias registradas en el mismo periodo del año pasado.
El despliegue se mantendrá en los próximos meses, mientras las autoridades estadounidenses evalúan su impacto en la seguridad de la región.
