Exige México investigación sobre armas militares que usan cárteles de drogas

Tras que el ejército mexicano ha encontrado en manos de cárteles ametralladoras alimentadas por correa, lanzacohetes y granadas que se venden para uso civil en EE. UU.

México quiere una investigación urgente sobre cómo se encuentran cada vez más armas de grado militar estadounidenses en manos de los cárteles de la droga mexicanos, dijo el lunes el máximo diplomático de México.

El ejército de México está encontrando ametralladoras alimentadas por correa, lanzacohetes y granadas que no se venden para uso civil en Estados Unidos.

“El Departamento de Defensa (mexicano) ha advertido a Estados Unidos sobre el ingreso de armas a México que son para uso exclusivo del ejército estadounidense”, dijo la secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena. “Es muy urgente que se lleve a cabo una investigación al respecto”.

El armamento estadounidense de grado militar, del que los cárteles se han jactado y exhibido abiertamente en las redes sociales, plantea un desafío especial para el ejército de México, que junto con la policía y la Guardia Nacional ya se enfrenta a cárteles que operan vehículos blindados caseros y aviones no tripulados que lanzan bombas.

Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, confirmó el lunes que funcionarios mexicanos habían planteado el tema en reuniones la semana pasada y, aunque no estaba al tanto del problema, prometió que Estados Unidos lo investigaría.

Hay varias rutas posibles por las cuales las armas pueden haber llegado a México. Centroamérica estuvo inundada de armamento estadounidense durante los conflictos de la década de 1980, las armas de grado militar a veces desaparecen de las existencias en Estados Unidos y algunos fabricantes que venden armas al ejército estadounidense también podrían haber vendido algunas en el extranjero o en el mercado negro.

Si bien el ejército y la marina mexicanos todavía tienen un poder de fuego superior, el armamento de los cárteles de la droga a menudo ahora supera a otras ramas de las fuerzas del orden mexicanas.

México ha tenido durante mucho tiempo un problema con el contrabando de rifles semiautomáticos permitidos para uso civil en Estados Unidos a México, donde únicamente se permiten y están estrictamente reguladas armas de fuego de bajo calibre. México ha iniciado acciones legales contra fabricantes y tiendas de armas estadounidenses, argumentando que contribuyen a la violencia.

El gobierno mexicano estima que el 70% de las armas traficadas a México provienen de Estados Unidos, según la Secretaría de Relaciones Exteriores.