Con taller de estilismo y manicure trece adolescentes del Centro Quinta del Bosque reconstruirán su futuro.
Las segundas oportunidades se entrelazan con el compromiso social, pues el Voluntariado del PJEdoméx escribió una nueva página de esperanza en el Centro de Internamiento para Adolescentes “Quinta del Bosque” en Zinacantepec, donde trece jóvenes transformarán sus vidas a través de cursos de capacitación que las empoderan y preparan para su regreso a la sociedad.
Con palabras de empatía y determinación, Sofía Sodi Zapfe, Coordinadora Ejecutiva del Voluntariado, destacó la importancia de brindar herramientas que trasciendan lo material, entregando kits para un curso de manicura y pedicura.
“La segunda oportunidad se la están dando ustedes mismas al decidir ser parte de este proyecto. Aprovéchenlo, porque este paso puede cambiarlo todo”, aseguró Sodi Zapfe a las adolescentes participantes.
Ante la jueza Alma Arriaga Miguel, quien apoyó la materialización de esta actividad, la coordinadora del Voluntariado del PJEdoméx, explicó que cada mochila color lila, como la cromática contra la violencia, contiene materiales de alta calidad: lámparas UV para uñas, variedad de colores en gelish y cremas, artículos para que las beneficiadas aprendan y practiquen no solo un futuro oficio, sino un nuevo inicio gracias al esfuerzo conjunto de juezas, jueces, magistradas, magistrados y más de 30 personas involucradas.
Rosa Vallejo Martínez, directora del Centro de Internamiento, exhortó a las jóvenes a aprovechar cada apoyo brindado, destacando que el cambio y el progreso dependen de su propio esfuerzo y compromiso. Subrayó la importancia de la unión y el liderazgo entre ellas, motivándolas a ser portavoces del cambio entre sus compañeras.
El Voluntariado no solo ha puesto en marcha este taller de manicure y pedicura, previamente realizó uno de estilismo y este día también entregó kits que incluyen productos especializados como cremas, shampoo y acondicionador, demostrando que el impacto social se construye con corazón, perseverancia y la convicción de que, con el impulso adecuado, es posible cambiar destinos.