El EZLN, Congreso Nacional Indígena y organizaciones responsabilizan al Estado mexicano de cualquier daño que pueda ocurrirles a las madres, padres y familias buscadoras.
Se expresaron el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el Congreso Nacional Indígena (CNI), así como diversas organizaciones y colectivos de México y reafirmaron su repudio a la “campaña de desprestigio y criminalización” en contra las madres, padres y familias buscadoras de desaparecidos en el país.

Señalaron que estos ataques son hechos por gobiernos corruptos y grupos delictivos al unísono.
Mediante una carta que fue firmada por organizaciones nacionales e internacionales, señalan que se trata de una campaña que tiene como objetivo generar condiciones para la represión contra quienes buscan a sus seres queridos, por parte de los gobiernos o sus narco-paramilitares.

Este repudio se da despúes de los hallazgos hechos por colectivos de madres buscadoras en el rancho Izaguirre, de Teuchitlán, Jalisco.
“Aunque le llamen como quieran y pretendan justificarlo criminalizando a las víctimas, es un centro de exterminio al servicio del capital, el mismo que sostienen y protegen quienes dicen gobernar este país”, señalan.

Se refirieron sentirse indignados por la estrategio de desprestigio y criminalización que se esta llevando en contra de los buscadores, como hicieron en años anteriores por parte del gobierno y los militares.
Las organizaciones acusan a las autoridades de todos los niveles de gobierno de brincar impunidad y protección a los cárteles criminales, especialmente al Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

“Y estos cárteles son también los invasores agrarios, son los guardias de la mina, del parque eólico, los que venden el agua de los pueblos, los que ejecutan la obra pública y administran municipios, regiones y estados enteros, los que apuestan a la privatización de la tierra y le ponen precio, los que dividen y confrontan a nuestras comunidades, los que inundan de droga los territorios indígenas, los que roban maderas preciosas, los que administran y operan la trata de seres humanos, los capataces del trabajo esclavo en maquiladoras y agroindustrias, los que hacen de la muerte de niños y jóvenes su estrategia de expansión”, señalan.
Los zapatistas y colectivos firmantes añaden: “La violencia que hoy vivimos para hacer posible todo eso que el gobierno disque de izquierda llama desarrollo, no la habíamos vivido más que en las sangrientas guerras a las que hemos sobrevivido”.

Responsabilizan al Estado mexicano y a los intereses económicos que lo sostienen de cualquier daño a las madres, padres y familias buscadoras.
“Su lucha es nuestra lucha, porque en ella está la defensa de la vida, la tierra y la autonomía que son raíz de la esperanza colectiva”, apuntan, al tiempo que invitan a los pueblos originarios a seguir levantando la voz. “Porque en cada paso, en cada grito, en cada mano que se une, hay un mundo sagrado que nace, convirtiendo el luto en lucha y construyendo, desde abajo, la verdad y la justicia”.