TREN MAYA: UN SUEÑO HECHO REALIDAD

La magna obra del sexenio inicia su operación, la cual concretará a mediados de febrero del 2024.

El 26 de marzo del año en curso, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que la construcción del Tren Maya era como un sueño que muy pronto se volverá realidad y este 15 de diciembre escribió en sus redes sociales: “Es un día muy especial para el sureste”.

La razón de ello fue que se inauguró el primer tramo del Tren Maya, para cuya obra se contrataron a cerca de 100 mil trabajadores de la construcción de todo el país, entre fierreros y soldadores.

Se trató de los primeros 473 kilómetros del Tren Maya y el presidente recordó que serán tres las inauguraciones para que el Tren Maya esté completo en su operación, la siguiente será el 31 de diciembre y la última a finales de febrero de 2024, cuando en realidad estará lista la obra.

El Tren Maya tiene por objetivo ser un proyecto integral de reordenamiento territorial, infraestructura y turismo sustentable que conectará los principales destinos turísticos de los estados de Chiapas, Campeche, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo.

La colocación de la primera piedra de su construcción se hizo el 16 de diciembre de 2018 y se pretende que el tren ofrezca tres tipos de servicios: transporte masivo, turístico y mercantil.

En la ruta se contemplan 17 estaciones: Palenque, Tenosique, Balancán, Escárcega, San Francisco de Campeche, Mérida, Izamal, Chichén Itzá, Valladolid, Cobá, Cancún, Puerto Morelos, Playa del Carmen, Tulum, Felipe Carrillo Puerto, Bacalar y Calakmul.

En cuanto a la ruta que seguirá el tren, el 95% del trazo pasará por derechos de vía ya existentes. Ello implica que este transporte pasará por terrenos que ya están acondicionados para carreteras y vías ferroviarias.

En total, el Tren Maya recorrerá cerca 1,460 kilómetros, lo cual generará empleos y detonará la economía de la región.

Sumado a ello, la construcción de este medio de transporte masivo ayudará a contener el crecimiento urbano de las ciudades de la región, reduciendo la migración y descentralización. Esto último también implicará una mejor conservación de la cultura y tradiciones locales.