El presidente ofreció una entrevista a la cadena estadounidense CBS; contrario a lo que promulga, dijo también que se tiene que aplicar la ley y no negociar con delincuentes.
Por primera ocasión en cinco años, el presidente Andrés Manuel López Obrador aceptó que en México se produce fentanilo; la declaración, sorpresiva por el empeño que ha puesto siempre por negar el hecho, fue ante un medio televisivo estadounidense.
Durante la entrevista con Sharyn Elizabeth Alfonsi, del programa “60 Minutes” de la cadena estadounidense CBS, López Obrador afirmó que lo que se tiene que hacer con los delincuentes es aplicar la ley y rechazó que él hable con líderes criminales para exigirles que paren “porque con delincuentes no se puede negociar”.
Cuestionado sobre si puede comunicarse con el cártel y decirles que “ya basta?”, respondió con un largo no.
“No, no, no, no, no. Lo que hay que hacer con los delincuentes es aplicar la ley. Pero no voy a establecer contacto, comunicación con un criminal”, respondió el presidente que a lo largo de cinco años ha dicho que la violencia se combate con “abrazos, no balazos”.
Insistió el cuestionamiento la periodista y la negativa del Presidente.
Sharyn Alfonsi le insistió: “El jefe de la DEA dice que los cárteles están produciendo fentanilo en masa, y el Departamento de Estado de Estados Unidos ha dicho que la mayor parte proviene de México. ¿Están equivocados?”.
“Sí. O mejor dicho, no tienen toda la información, porque el fentanilo también se produce en Estados Unidos”, contestó.
“El Departamento de Estado dice que la mayor parte proviene de México”, le señaló la entrevistadora.
“El fentanilo se produce en Estados Unidos, Canadá y México. Y los precursores químicos proceden de Asia. ¿Sabes por qué no tenemos el consumo de drogas que tienes en Estados Unidos? Porque tenemos costumbres, tradiciones y no tenemos el problema de la desintegración de la familia”, trató de escurrir el bulto.
Sin embargo, la periodista estadounidense insistió que “en México hay consumo de drogas”, a lo que López Obrador respondió en forma lacónica: “pero muy poco”.