NEARSHORING: LA TECNOLOGÍA TAMBIÉN CUENTA

Por Carla García

El nearshoring parece estar en boca de todas las organizaciones y los negocios en México. La actual inflación que enfrentan las empresas manufactureras en Estados Unidos, sumada a los conflictos de su gobierno con China -la mayor maquiladora del planeta-, las está llevando a buscar nuevos proveedores que les garanticen la calidad que requieren en sus productos, de forma rápida, con procesos establecidos y costos más bajos.

Con este panorama, el país ha comenzado a posicionarse como uno de los destinos preferidos para esas inversiones, gracias a su enorme tradición industrial y cercanía. Esto les garantiza a las empresas extranjeras elevar la velocidad de entrega de productos terminados y reducir los costos de transporte y distribución.

De hecho, el nearshoring ya muestra resultados. Tan solo Nuevo León recibió 4.397 millones de dólares en Inversión Extranjera Directa (IED) en 2022, el monto más alto en los últimos 12 años y que representa un incremento de 34% frente al año anterior, según la Secretaría de Economía Federal. Para este año, los expertos esperan que esa cifra llegue a 9.000 millones de dólares, guiada por la expansión de las empresas ya establecidas y las nuevas inversiones, como Tesla con toda su cadena de proveeduría.

Esta tendencia obliga a las organizaciones a evolucionar de forma más frecuente, para elevar su competitividad, así como a integrar nuevas tecnologías que las ayuden a alcanzar sus objetivos de negocios y cumplir con las necesidades de los nuevos clientes. Estos son algunos aspectos que las empresas locales deben tener en cuenta antes de comenzar una estrategia para ofrecer sus servicios a través de nearshoring.

Privacidad de los datos. Los proveedores deben contar con sistemas digitales que garanticen la privacidad de la información confidencial y personal de sus clientes, proveedores y colaboradores internos. Las plataformas de gestión de relaciones con los clientes (CRM) y de analítica de negocios deben cumplir con estándares, como GDPR, para evitar la fuga y el robo de datos.

Infraestructura y conectividad. El software en la nube es uno de los grandes aliados del nearshoring, al ofrecer seguridad y respaldo para los datos, al tiempo que los usuarios pueden acceder a los recursos que requieren rápidamente en ambos lados de la frontera y desde cualquier dispositivo conectado a Internet. En el caso de Zoho, por ejemplo, es posible utilizar estas herramientas a través de apps dedicadas o mediante cualquier navegador web.

Control de calidad. Los proveedores deben contar con procesos y procedimientos de control de calidad para garantizar que sus servicios llenan las expectativas de los clientes. Así, es clave que las herramientas tecnológicas se puedan personalizar para responder a las particularidades de cada negocio, sin necesidad de costosas implementaciones.

Cumplimiento de los estándares y la normatividad. Los proveedores no solo deben cumplir con los estándares de la industria y las mejores prácticas en el desarrollo de productos, sino que además deben tener sistemas que se ajusten a las leyes locales. Por ejemplo, una aplicación contable, como Zoho Books, está obligada a acoger los lineamientos del SAT.

Herramientas de colaboración. Los proveedores deben tener acceso a plataformas de colaboración que permitan comunicarse -con videollamadas o chats- y colaborar sin problemas entre equipos en diferentes geografías. En este caso, hay soluciones integrales que permiten conectarse rápidamente con los clientes desde los sistemas de CRM o crear un seguimiento detallados de los cambios en los proyectos, como sucede con Zoho Workplace.

De acuerdo con la Cámara de la Industria de la Transformación (Caintra) de Nuevo León, las empresas manufactureras enfrentan retos como la expansión en los volúmenes de producción e inventarios; incremento en sus plantillas laborales y también de la necesidad de personal más capacitado; aumentos en los precios de sus materias primas y sus productos terminados; así como de su capacidad instalada.

Todos estos desafíos empresariales en este contexto de alta competitividad pueden ser respondidos con la tecnología y la asesoría adecuada para aplicar estos servicios. En un panorama desafiante por temas de seguridad, actividad económica débil, inflación, altos costos sobre los créditos y riesgos políticos, es necesario, desde ya, que las decisiones de inversión apunten también hacia la tecnología para optimizar las áreas de operación de las compañías.

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