El documental articula o explora una memoria colectiva de muchas mujeres que han vivido su maternidad a distancia y la experiencia de separarse de sus hijos e hijas a los dos años y luego como cumplen la condena después.
La cineasta chilena Tana Gilbert llevó al Festival de Venecia el grito de las mujeres y madres que cumplen condena con sus hijos en las cárceles de su país con su película “Malqueridas”, grabada íntegramente con los vídeos de las reclusas.
Gilbert (Santiago, 1992) compite en la 30ª Semana Internacional de la Crítica, certamen paralelo a la Mostra, con “Malqueridas”, el apelativo con el que bautizó a 53 mil de mujeres que cumplen condena en las penitenciarías de Chile, del cual el 95% son madres, según cifras oficiales.
La película, con aire de documental, está hecha única y exclusivamente a partir de las fotografías y vídeos que tomaron reclusas como Karina Sánchez, madre de dos niños, condenada a ocho años de cárcel por tráfico de drogas y que viajó hasta Venecia.
Esto a pesar de que no está permitido tener teléfonos o grabadoras en las celdas y “la mayor parte de esas imágenes estaba destinada a ser requisada o perdida”, tal y como se avisa al inicio de la cinta.
La idea de rodar “Malqueridas” parte en primera instancia por la experiencia personal de la propia Gilbert, cuyo padre estuvo preso cuando ella era pequeña, pero también gracias al “algoritmo de Facebook” que en 2017 la llevó a un álbum de fotos de reclusas.
Le llamó la atención aquella imagen tan cotidiana dentro de la prisión y, de este modo, acompañada por la que fuera su profesora, Paula Castillo, ahora productora, empezaron a trabajar con diversas organizaciones que impartían talleres dentro de estos módulos.
Así conoció a Karina, la autora de gran parte de los videos filmados en los que se muestra la cotidianidad de numerosas madres cumpliendo condena con sus hijos menores de 2 años y de otras muchas que viven alejadas de los suyos.
En definitiva, “Malqueridas” recoge “la experiencia de una mujer para relatar cómo es maternar dentro de la cárcel”.
“Me pregunté qué ocurría con las maternidades dentro de la cárcel en Chile y las cifras responden: el 92% de las mujeres que están privadas de libertad son madres y más del 50% cumple condenas por delitos que tienen que ver con tráficos de drogas”, compartió.
En este sentido, Gilbert considera que el Código Penal actual es demasiado punitivo para este tipo de delitos y desea que prospere el proyecto de ley “Sayén”, que busca sustituir las penas de cárcel con otras formas de condena, como la libertad vigilada intensiva, a las embarazadas o madres de niños menores de 2 años.
De hecho, espera que su película sirva para “amplificar el diálogo no solo cinematográfico sino también social y político” en este sentido.
