EL “HUMANISMO” MEXICANO

Por Luis Pinal Da Silva

Cuando escucho a Andrés Manuel López Obrador hablar del “humanismo mexicano”, me conflictúo, ya que el concepto en sí dista mucho de lo que se pregona y la realidad que nos rodea.

El humanismo es una filosofía que se centra en la dignidad humana y los derechos humanos y se ha convertido en una fuerza importante para promover y defender los derechos humanos y la igualdad. Ello no es lo que se ve en nuestro país.

Y es que, la trágica singularidad del modelo mexicano, otorga suficientes preocupaciones como para buscar equivalencias a las aspiraciones del oficialismo.

El actual régimen político se nutre de las autocracias regionales; es más que evidente que a López Obrador le fascina la épica cubana, sin importar sus desastres.

Incluso, al no entender cómo actuar frente a la dictadura nicaragüense, ratifica los acuerdos entre sus militares con los nuestros, ítem, le entusiasma el experimento boliviano hacia la Corte y desprecia la enseñanza republicana de separar la justicia del poder político.

También, y es más que evidente, se imagina en la permanencia conceptual de un peronismo que asume de una homogeneidad inexistente.

La amalgama en la interpretación que tiene el inquilino de Palacio Nacional, es suficiente para nombrar un modelo mexicano capaz de guardar malos presentes y pronósticos.

Hace parecer viable una economía que abraza el instante, se defiende con él y sus espejismos sin detenerse en costos futuros.

Además escapa de los negativos que él va construyendo y niega que estos se encuentran en las cifras de una violencia hecha ambiente nacional.

Si en este país se mata sin remordimiento, en el Palacio Nacional se ve asesinar sin problemas de conciencia, ya que ahí – en una clara utopía – se percibe paz, tranquilidad y gobernabilidad.

El señor del sexenio cree que la democracia puede sostenerse en medio de la mentira y por ello avala la injerencia de un ejército, mal empresario más que cívico, como un encanto por el punitivismo junto a la costumbre por la inseguridad y el miedo.

¿Humanismo mexicano? Bah, pura tomadura de pelo.