La deuda que tiene el instituto es de poco más de 6 mil millones de pesos y no se ha actuado de fondo para evitar su colapso.
Ignacio Salgado García es el director número 15 del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM), institución que atraviesa por problemas financieros que lo mantienen en un “severo estado de salud”.
Para nadie es un secreto que el organismo se colapsa, a pesar de lo cual no se ha presentado una propuesta sólida para su rescate y todo se ha ido en declaraciones cargadas de alta demagogia, mientras los derechohabientes – a quienes se les cobra sin falta su cuota – se forman bajo el sol en espera inútil de atención médica.
La actual administración estatal, no ha hecho lo que se esperaba al iniciar su gestión, que no era otra cosa que poner orden y aplicar la ley para que los adeudos del organismo se paguen y sus responsables den cuenta de sus actos.
Solamente se han centrado en relevos, sin atender al hecho de que lo que se requiere con urgencia es saber dónde han quedado los recursos.
Hay que mencionar que desde hace muchos años, desde el gobierno de Arturo Montiel y luego en el sexenio de Alfredo del Mazo, se multiplicaron las denuncias por corrupción dentro de este instituto, lo que derivó en desabasto de medicamentos, contratos irregulares, falta de consultas, pensiones sin pagar e instalaciones en abandono.
Existen evidencias de que funcionarios del Issemym participaron en un esquema similar al del saqueo en Segalmex, sin que se haya puesto ninguna denuncia.
En diciembre de 2023 se nombró como nuevo director del organismo a Ignacio Salgado García en sustitución de José Arturo Lozano Enríquez, quien a su vez sustituyó, en 2022, a Bertha Alicia Casado Medina.
José Arturo Lozano Enríquez fue una designación directa del entonces gobernador Alfredo del Mazo, ante la renuncia de Casado Medina, a la que le estallaron varios escándalos y protestas de pacientes.
Durante la gestión de Lozano –que duró de agosto de 2022 a diciembre de 2023— la Fiscalía General de la República volteó a ver a la institución por el terrible quebranto financiero y por las quejas de pacientes, pensionados y pensionistas.
El rescate del Issemym es nulo. No hay dinero del que echar mano, representa sólo una carga financiera y una bomba de tiempo.
Para este 2024 el gobierno del Estado de México y la mayoría morenista en el Congreso mexiquense abordaron el problema mediante el recurso de soltar más dinero, en el entendido que, a largo plazo, no habrá presupuesto que alcance, ya que el problema es estructural: menos aportaciones, deudas crecientes, cada vez más pacientes y pensionados y cero combate a la corrupción.
Estos son algunos de los aspectos que no se han atendido, a pesar de ser más que evidentes:
Diversas dependencias adeudan al Issemym la cantidad de 6 mil 81 millones de pesos. Sus acreedores son parte del propio gobierno del Estado de México, como la Policía Industrial, los Guardias de Seguridad Industrial Bancaria y otras corporaciones, que se manejan en absoluta opacidad.
Hay 18 municipios que deben cuotas al Issemym. Se entiende que este adeudo proviene de las cuotas patronales, puesto que el cobro a los agremiados sí se hace.
También deben dinero más de 20 organismos municipales de agua y saneamiento.
Los sucesivos gobiernos estatales no han sido capaces de cobrar los adeudos y lo que se ha hecho es acudir al presupuesto estatal para mantener funcionando con respiración artificial a la institución.
El Issemym cuenta con 898 mil 376 derechohabientes, compuestos de servidores públicos en activos, pensionados y pensionistas, así como sus familias.
La deuda que tiene el instituto es de poco más de 6 mil millones.
Dicho en forma simple, se ha creado para los trabajadores del gobierno del Estado de México un limbo en el que los más afectados son los más pobres, donde funcionarios y directivos del Issemym seguirán cobrando sus elevados salarios mientras los enfermos, viudas y jubilados pagan el costo de la indiferencia.