Por Gerardo Flores Ramírez
El lunes de la semana pasada nos enteramos por dos diarios de circulación nacional que la delegada de los “Programas para el Bienestar” para la Ciudad de México había dado a conocer que el gobierno federal había iniciado la entrega de 16 mil tarjetas SIM para telefonía móvil “del programa Internet para Todos” a beneficiarios y derechohabientes de los Programas del Bienestar que quieran contar con el servicio de telefonía móvil que ofrece la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Al ver las notas de los dos diarios se puede inferir sin mayores complicaciones que fueron elaboradas a partir de algún comunicado de ese ente que se denomina “Programas para el Bienestar”, porque el contenido de ambas es muy similar en cuanto al anuncio en sí, lo que se está entregando a los beneficiarios de los programas (las tarjetas SIM), las características del paquete que les obsequian durante el primer mes, y los requisitos para obtenerla. Lo que los beneficiarios del programa obtienen con la tarjeta SIM “..incluye la activación y el paquete básico mensual gratis durante el primer mes. Este paquete ofrece durante 30 días 600 MB en redes sociales, 1 GB de internet,100 minutos de telefonía y 50 sms…”.
Nadie está en contra de que el gobierno estructure programas de apoyo para que personas u hogares en los deciles más bajos de ingreso puedan tener acceso a servicios de telecomunicaciones, principalmente la banda ancha, o bien, para que personas que viven en localidades donde no hay cobertura de redes comerciales por el elevado costo que significa llevar servicio a esas zonas, se beneficien por la llegada de este tipo de infraestructura.
Sin embargo, en el caso de lo que está haciendo el gobierno federal, o está tratando de hacer, con la empresa CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos (CFETEIT) hay mucha confusión. Primero, porque se trata de una empresa que obtuvo una concesión para participar como un operador más en el sector telecomunicaciones, con limitaciones que le impiden operar en zonas donde ya hay presencia de otros operadores que ofrecen el servicio de telecomunicaciones móviles.
Su presencia en el mercado genera confusión porque cuando empezó a ofrecer servicios en distintas zonas del país, no quedó claro si realmente se estaba circunscribiendo a las zonas que tiene permitidas, según su concesión. Desde aquel momento se percibió que al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) no le inquieta si este concesionario cumple al pie de la letra lo que establece su concesión, en cuanto a lo que puede hacer y lo que no puede hacer, porque guardó silencio ante las dudas que surgieron en los medios sobre el tema.
Lo que está muy claro es que CFETEIT no puede ofrecer tarjetas SIM en ninguna de las 16 alcaldías de la Ciudad de México, porque todas tienen cobertura por parte de otros operadores. Lo único que puede hacer CFETEIT en esas 16 alcaldías como concesionario es ofrecer su servicio de mayoreo a otros operadores, pero no al público en general.
También genera confusión que se anuncie la entrega de las tarjetas SIM como parte de los “Programas para el Bienestar”, porque dentro de todos los programas que enumera el sitio de internet de esta entidad, no existe programa alguno que se llame “Internet para Todos”.
Así que la entrega que está haciendo el gobierno federal de las 16 mil tarjetas SIM se aparta del marco regulatorio previsto para el sector telecomunicaciones, tanto por lo que hace a las limitantes de CFETEIT previstas en su título de concesión para brindar servicios al menudeo en CDMX, como las disposiciones en materia de competencia previstas en la ley de la materia.
Así que estamos frente a una conducta tanto del propio gobierno federal como de CFETEIT que no es consistente con el marco legal para el sector telecomunicaciones, conducta que un órgano regulador con autonomía constitucional efectiva debería revisar, ¿lo estará haciendo el IFT? Este caso ilustra la importancia de que el regulador sea independiente del gobierno central o de sus empresas por la falta de certeza que pueden generar a los demás operadores. De hecho es compromiso en el T-MEC.