El Tricolor no solo perdió en la cancha, perdió en todo, en todos los sentidos y parece tocar fondo.
Cuando parecía que la Selección Mexicana ya había tocado fondo con la actuación en la Copa del Mundo de Qatar, los jugadores demostraron que había forma de ir más abajo, tras ser goleados y paseados por Estados Unidos por 3-0 en las Semifinales de la Liga de las Naciones de Concacaf.
México es un equipo que con Diego Cocca no tiene pies ni cabeza; la selección de las barras y las estrellas le dio un baile y lo peor es que pareciera que ellos ni siquiera pisaron el acelerador para ganar.
El Tri de Cocca fue un reflejo de como empezó todo este proceso tras el Mundial y los errores defensivos arruinaron todo: Jorge Sánchez empezó con un error de desconcentración la debacle mexicana ocasionando el primer gol de Christian Pulisic.
La Selección nunca se despertó de la pesadilla, el rostro de todos al verse abajo en el marcador fue de desanimo, nadie, ninguno tomó el toro por los cuernos para levantar al equipo, ni de la banca. En el segundo tiempo la historia fue la misma con jugadores con la cabeza agachada y con ganas de que todo terminara y empezando el complemento de nueva cuenta Pulisic los vacunó.
El marcador de 2-0 es la peor humillación que puede haber en el futbol cuando juegan estos dos equipos, así lo entiende Pulisic que festejó haciendo la seña del marcador hacia la tribuna. México perdió toda compostura, su inoperancia futbolística los llevó crear broncas por todos lados, César Montes se fue expulsado por una patada artera sobre Balogun y de ahí toda una bronca que acabó con la playera rota de Mckennie. Por si algo le faltaba a esta pesadilla azteca fue un tercer gol, ahora ya no era ‘dos a cero’ ahora era 3-0 con un gol de Ricardo Pepi, el mismo jugador que rechazó en alguna ocasión jugar por México.
El domingo la Selección se jugará el tercer puesto de esta competencia y será con mucha más presión de la que se pudiera tener por todos estos malos resultados y Diego Cocca podría estar viviendo sus últimos días en este proceso que parece muy efímero.