40% de los habitantes de Puebla han atestiguado disparos frecuentes con arma: ENSU

La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana arrojó que la percepción de inseguridad bajó casi tres puntos porcentuales en el último cuatrimestre del año pasado.

La percepción de inseguridad disminuyó en la capital poblana, pues de septiembre a diciembre del 2023, pasó del 77 por ciento de la población insegura a un 74.7, es decir, un porcentaje a la baja del 2.98 por ciento, así lo reveló la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU).

Sin embargo, la ciudadanía se sigue sintiendo insegura -principalmente- en el transporte público, cajeros automáticos, los mercados y las calles, así como carreteras que frecuentan. Por esta situación, han tenido que modificar sus rutinas, ya que tienen miedo de ser víctimas de un hecho delictivo.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer la ENSU correspondiente al cuarto trimestre de 2023. El objetivo es generar información en torno a la percepción social sobre la seguridad pública en las ciudades y generar información para la toma de decisiones de política pública en materia de seguridad.

La encuesta indicó que la percepción de inseguridad en la capital poblana, no sólo bajó de septiembre a diciembre del 2023, sino que también de un año para otro, ya que, en diciembre del 2022, el 75.9 por ciento de los poblanos se sentían inseguros, pero para diciembre del 2023 fueron 74.7.

De acuerdo con la encuesta, estos son los lugares en donde se sienten más inseguros los poblanos: transporte público, cajero automático localizado en la vía pública, mercado, banco, calles que habitualmente usa, carretera, parque recreativo o centro recreativo, centro comercial, automóvil, trabajo, casa y escuela. (En este orden de importancia).

Todas las ciudades tienen problemáticas distintas, pero en Puebla capital, los habitantes refirieron que estas son sus principales quejas: baches en calles y avenidas, alumbrado público insuficiente, delincuencia (robos, extorsiones, secuestros, fraudes, etc.), calles y avenidas con embotellamientos frecuentes.

Le siguieron las fallas y fugas en el suministro de agua potable, servicio de transporte público deficiente, coladeras tapadas por acumulación de desechos, hospitales saturados o con servicio deficiente, deficiencias en la red pública de drenaje.